La trata de personas es un delito invisible. Sin necesidad de cadenas, los tratantes tienen atrapadas a sus víctimas en un círculo de explotación que ni ellas mismas reconocen. En el Perú, cualquier niña, niño o adolescente puede ser víctima de trata. El Comercio viajó a Loreto para conocer qué pasa con estas niñas y adolescentes luego de ser rescatadas de sus tratantes. Las historias son estremecedoras.