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A finales de agosto, cuando se publicó en el diario oficial “El Peruano” la nueva ley sobre inscripción de organizaciones políticas, la Oficina Nacional de Procesos Electorales () dejó de vender kits electorales.

Más de 240 organizaciones que habían adquirido kits están a la espera de saber si culminarán su inscripción bajo la antigua norma o si deben adaptarse a la nueva, algo que se definirá en el reglamento que elabora el Jurado Nacional de Elecciones ().

Algunas de estas agrupaciones tienen nombres curiosos y sin vinculación con la política peruana [ver ilustración].

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En su presentación ante la Comisión de Constitución el pasado martes, el director del Registro de Organizaciones Políticas (ROP), Fernando Rodríguez Patrón, indicó que, si bien se adquirieron varios kits, a la fecha no se ha iniciado ningún proceso de inscripción.“Quienes han adquirido su kit electoral antes de la reforma (política) del mes de agosto lo hicieron para la relación de adherentes. La norma ahora establece como requisito de inscripción el padrón de afiliados. Por eso nos encontramos redactando el nuevo reglamento”, explicó Rodríguez Pastor.

Hasta agosto pasado, cualquier ciudadano podía fundar un partido político si lograba reunir 733 mil adherentes, es decir, personas que firmen los planillones proporcionados por la ONPE. En los últimos diez años, seis agrupaciones lograron cumplir esta valla. Los últimos en hacerlo fueron Podemos por el Perú, del excongresista José Luna, y el Partido Morado, del excandidato presidencial .

La nueva ley ahora pide firmas de 24 mil afiliados, es decir, personas que se inscriban como militantes del partido. Las organizaciones políticas deben acreditar estos militantes para presentar comités con 50 afiliados debidamente identificados como mínimo.

“Los partidos políticos, al momento de su inscripción, deben tener comités partidarios en funcionamiento permanente en no menos de cuatro quintos (4/5) de los departamentos del país y en no menos de un tercio (1/3) de las provincias”, dice la norma. Esto significa unos 67.

José Manuel Villalobos, director del Instituto Peruano de Derecho Electoral, indicó que lo más probable es que los que compraron el kit antes de la promulgación de la nueva norma tengan la oportunidad de elegir entre terminar su proceso o adecuarse al nuevo procedimiento.

Bajo la antigua norma, que contemplaba un plazo de dos años para recolectar firmas e iniciar el proceso de inscripción, suman 243 los kits electorales adquiridos. Entre ellos, figuran el de Cambio 21, del suspendido congresista Kenji Fujimori; así como los de Acción Cristiana, del actual congresista Julio Rosas; Partido Centro Republicano, del exalcalde del Rímac Enrique Peramás; y el Frente Independiente Moralizador, de Jorge Salazar Almeida.

Para otras agrupaciones, la nueva norma configura una oportunidad. Nuevo Perú, de Verónika Mendoza, no consiguió recolectar las 733 mil firmas en dos años. Ahora necesitarían 24 mil rúbricas de afiliados. En teoría debería ser factible, pero fuentes de esa agrupación indicaron que no es tan sencillo como parece. “Una cosa es que te firmen un planillón en la calle, sigan con su vida y no sepan más de ti. Otra muy distinta es que acepten ser militantes activos, que asistan a comités”, indicaron.

Esto último tiene sentido al revisar el padrón de sus exaliados del Frente Amplio, cuyo número de afiliados para el 2018 alcanza los 3.062. Y si miramos a los 24 partidos con inscripción vigente, 14 de ellos no pasan la valla de 24 mil afiliados.

Filtros y omisiones—
Los tres últimos kits vendidos antes de fines de agosto a agrupaciones que buscan su inscripción fueron a Juveal Perú, de Alberto Tejada Pinto (exmilitante del PPC y del Partido Humanista); Aplicaremos Políticas de Singapur (APS), de Jaime Bobadilla Rojas (exmilitante de Perú Posible); y Partido Regionalista de Integración Nacional (PRI), de Walter Chirinos Purizaga, quien el año pasado se desempeñó como director general de Gobierno Interior del Ministerio del Interior y fue candidato al Congreso por Peruanos por el Kambio.

El especialista Villalobos explicó que, después de conseguir la firma de afiliados y la acreditación de comités, los partidos deben pasar otros filtros para mantener su inscripción electoral. “En las elecciones primarias abiertas para elegir a sus candidatos deben conseguir (al menos) 280 mil votos. Después, en la elección en la que participen deberán pasar la valla electoral de 5% o meter cinco congresistas. Si bien puede ser fácil inscribirse, lo difícil será mantenerse”, sostuvo Villalobos.

Fernando Tuesta, expresidente de la comisión de alto nivel que elaboró los proyectos originales de reforma política, advirtió que el Congreso eliminó diversos candados de su propuesta. “En el proyecto original pusimos que si el 5% de las firmas eran falsas se denegaba la inscripción. Eso se sacó. Había varios candados que formaban parte de una reforma integral. Rosa Bartra [presidenta de la Comisión de Constitución] no quiso entender que era parte de un todo. El gobierno tampoco”, afirmó.

Tuesta señaló otro cambio referido a los comités partidarios: la propuesta original solo estipulaba que no podía haber más de un tercio de militantes en una misma circunscripción. “Ahora piden 67 comités a nivel nacional que el JNE debe fiscalizar y para eso requerirá un presupuesto adicional. Estamos hablando de 67 comités en todo el país multiplicado por más de 20 partidos”, dijo.

La propuesta presentada por la comisión que Tuesta encabezó también proponía la actualización permanente del padrón de afiliados. Si se detectaba que algún partido no cumplía el mínimo de 24 mil afiliados, se le notificaba y se le otorgaba un plazo de tres meses para subsanar. Si no lograba corregir, se le suspendía la inscripción por un plazo de tres meses.

Vencido el plazo, se procedía a la cancelación si el partido no se regularizaba. Esto fue retirado.Pese a estos cambios, Tuesta dijo que esta era la norma menos “manoseada” por el Parlamento.

—Correcciones en manos del Congreso —
El titular del ROP, Fernando Rodríguez Pastor, advirtió que la nueva ley aprobada por el Congreso tiene algunos vacíos normativos. Como ejemplo, refirió que en la antigua norma la firma de adherentes era revisada por la ONPE (partidos) y el Reniec (movimientos regionales). Esto fue suprimido.

“Nos encontramos en un vacío normativo [...] Una agrupación política trae su padrón de afiliados y [tras ello queda] la imposibilidad de los organismos electorales de verificar la autenticidad de esas firmas”, afirmó. Dijo que el Congreso debería aprobar una modificación, pues el reglamento no podría ir más allá de lo aprobado en la norma.