Gladys Pereyra Colchado

Más de 48 horas después de la muerte de Abimael Guzmán, cabecilla de la organización terrorista Sendero Luminoso, aún no hay una decisión tomada sobre lo que pasará con el cadáver. Desde los nazis que fueron incinerados y sus cenizas lanzadas al río hasta Osama Bin Laden, cremado y sus restos arrojados al mar, la historia tiene antecedentes sobre la disposición de los cuerpos de genocidas y violadores de derechos humanos.