Esperanza Huayama fue engañada y amenazada antes de que le practiquen una ligadura de trompas contra su voluntad. (BBC)
Esperanza Huayama fue engañada y amenazada antes de que le practiquen una ligadura de trompas contra su voluntad. (BBC)

A Rute Ziga la amarraron de pies y manos para que no se pudiera defender. Tres enfermeras y un doctor la esterilizaron sin su consentimiento despus de chantajes y hostigamiento.

En la provincia de Anta, en Cusco, Per, las autoridades locales la amenazaban con no registrar a su hija recin nacida si no acuda primero al centro de salud.

As fue que me hicieron la ligadura, le cont Ziga a BBC Mundo.

Su caso es similar al de otras cientos de miles de mujeres en Per que, entre 1990 y 2000, fueron sometidas a tratamientos de anticoncepcin quirrgica definitiva en regiones con niveles de pobreza elevados y mayora de poblacin indgena.

Desde el sbado, el caso de las esterilizaciones forzadas fue elevado a asunto de inters nacional de Per por un decreto emitido por el presidente de aquel pas, Ollanta Humala.

La comisin del Congreso peruano que en 2002 investig los casos de anticoncepcin quirrgica concluy que 314.605 mujeres fueron esterilizadas en el marco del Programa Nacional de Planificacin Familiar del gobierno de Alberto Fujimori.

El Comit Latinoamericano y del Caribe de los Derechos de la Mujer (Cladem) concluy que slo el 10% de las mujeres que fueron esterilizadas en aquel periodo dieron su consentimiento genuino.

Vctimas como Rute Ziga responsabilizan de aquellos hechos al gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000), algo que siempre fue rechazado por el exjefe de Estado y sus familiares.

El infierno Cuando Rute lleg a la posta sanitaria y vio a otras mujeres desmayadas en el suelo, lo primero que intent fue escapar.

Unas enfermeras fueron a mi casa a recogerme y me llevaron en una ambulancia. En ese cuarto yo les dije que quera ir al bao para escaparme, pero nos vigilaban. Nos pusieron un candado para que no escapemos. Me quitaron a mi hija. Las mujeres tenan miedo y lloraban, relat Zuiga.

Como ella, muchas vivieron esa historia.

En 1996, Esperanza Huayama fue esterilizada mientras estaba embarazada de tres meses. Tuvo que luchar para que los mdicos no le practiquen un aborto ah mismo.

No me van a sacar mi hijito, les dije. Prefiero morir si me sacan a mi hijito. Despus me despert con mucho dolor. No poda enderezarme, estaba flaca y encogida. Mi hijito naci flaquito y hasta se enferm, relat.

Esperanza fue engaada.

Ella recuerda que una comisin lleg a Huancabamba, al noroeste de Per, a ofrecer alimentos, vitaminas y medicinas para mujeres, pero en realidad se trataba de un grupo para llevar mujeres a los centros de salud.

Al igual que a Rute Ziga, a Esperanza la encerraron en un cuarto, en el infierno.

Lo mismo les hicieron a muchas seoras ese da. Cien por lo menos. Como animales nos trataron una vez que cerraron el puesto de salud. Algunas seoras murieron, a otras sus esposos las abandonaron, recuerda.

Los mtodos Investigaciones y testimonios recogidos por organizaciones como Amnista Internacional y Cladem, por el Congreso peruano y medios de comunicacin enumeran los mtodos de hostigamiento, amenaza o chantaje empleados por personal de salud de aquel entonces para practicar ligaduras en mujeres peruanas.

Algunos de ellos fueron:

Chantaje a madres que recin dieron a luz con no inscribir a sus hijos en registro civil. Amenazas con realizar abortos a las mujeres embarazadas que no acepten ser esterilizadas.

Presin psicolgica con argumentos sobre la irresponsabilidad o inestabilidad econmica de los maridos para que las mujeres opten por la anticoncepcin quirrgica. Visitas casa por casa de enfermeras que amenazaban con volver con la Polica si las mujeres no aceptaban acudir al centro de salud.

Festivales y campaas destinadas a convencer a las mujeres de que el mejor mtodo de anticoncepcin es la ligadura de trompas en lugar de otras formas de planificacin familiar no definitivas. Recorridos de ambulancias casa por casa para recoger a mujeres.

Pago de incentivos econmicos a los maridos para que firmen una autorizacin para que la mujer sea sometida a una esterilizacin voluntaria. Ofrecimiento de alimentos y medicinas como mecanismo de captacin de mujeres de escasos recursos o con necesidades urgentes. Uso de la fuerza fsica para llevar a las mujeres a los centros de salud.

Reportes periodsticos de la poca y el informe congresal de 2002 concluy que en ese periodo se establecieron metas numricas e incentivos para la prctica de esterilizaciones desde altos niveles del Estado peruano.

Asunto de inters nacional Rute Ziga ahora es presidenta de la Asociacin de Mujeres Afectadas por las Esterilizaciones Forzadas y todava recuerda aquella tarde hace casi 20 aos en la que despert en el suelo despus de la intervencin quirrgica a la que la sometieron.

Nosotros pedimos justicia y reparacin. Muchas mujeres quedaron marginadas de la sociedad, sin posibilidad de trabajar ni recibir atencin mdica desde entonces, seala ella a BBC Mundo.

Mientras que la diputada Hilaria Supa indica que las vctimas de los programas de esterilizacin de la ltima dcada del siglo XX deben recibir una reparacin del sistema de salud de Per.

Ellas han sufrido discriminacin en los hospitales desde entonces y deben acceder a programas de salud y de salud mental, seal la diputada a BBC Mundo.

La parlamentaria explic que, despus del decreto aprobado el fin de semana, el siguiente paso ser la elaboracin de un reglamento que ponga en marcha instancias de investigacin y de apoyo a las vctimas.

El viceministro de Derechos Humanos y Acceso a la Justicia de Per, Ernesto Lechuga, seal que si se llega a determinar alguna responsabilidad del Estado eso tendr que ser asumido.

Para ello, el gobierno abri oficinas en todos los distritos peruanos para registrar a las personas que sufrieron intervinciones quirrgicas de anticoncepcin forzada.

Ziga y Supa celebran que ahora las esterilizaciones forzadas en la dcada del 90 sean asunto de inters nacional en Per, pero la medida tambin genera el rechazo en algunos sectores.

Keiko Fujimori, una de las candidatas favoritas para la futura eleccin presidencial de Per e hija de Alberto Fujimori, seal que hay responsabilidades personales en los mdicos que no respetaron sus protocolos e insisti en que en el mandato de su padre no se ordenaron esterilizaciones forzadas.

Aquellas que han sido daadas tienen que recibir una reparacin por parte del Estado. Pero como mujer tambin creo que tenemos el derecho a tener la informacin de decidir cundo y cuntos hijos tenemos, concluy.

En 2014, un fiscal no hall indicios de culpabilidad en Alberto Fujimori por las esterilizaciones, hecho que fue condenado por las vctimas y organizaciones de derechos humanos y de la mujer.

Para Ziga, que el Estado peruano empiece a reconocer responsabilidad por lo que le pas a ella y a cientos de miles de mujeres es recin uno de los primeros pasos.

El mundo tiene que conocer lo que pas para que no se repita nunca ms.

MS EN POLTICA