"La contraloría siempre, aquí y en la China, va a llegar tarde"
"La contraloría siempre, aquí y en la China, va a llegar tarde"

En su última presentación ante la Comisión de Fiscalización del Congreso, el ahora ex contralor Fuad Khoury –ocupó el cargo hasta el viernes pasado– reveló dos cifras alarmantes: la institución que presidió ha detectado a 25 mil funcionarios corruptos durante los siete años que duró su período y, de estos, solo 37 están en la cárcel.  Antes de empezar la entrevista Khoury se refirió a su reemplazo en el cargo: “Prefiero que se demoren y encuentren uno bueno a que se apuren y elijan mal”.

En los próximos días, el presidente Humala deberá remitir al Congreso una terna con candidatos para reemplazarlo.

— Durante su gestión, según el informe final que ha presentando en el Parlamento, se han detectado a 25 mil funcionarios con responsabilidades civiles y penales por corrupción, pero menos del 0,1% de estos está en la cárcel.
Nosotros tardamos entre seis u ocho meses para sancionar; la fiscalía, dos años y medio; el Poder Judicial, cinco años. Eso se llama impunidad. Si alguien busca la razón de ser de la corrupción, se llama impunidad. Pasan ocho años y la gente no va a la cárcel. Si algo hacemos mal en el Perú, es luchar contra la corrupción.

— Prácticamente no hay sentenciados por corrupción en el país.
Hay impunidad en la sanción. Ya qué más va a hacer la contraloría. ¿Seguir llenando la canasta de denuncias? Honestamente, hemos llegado a la mitad de donde quisiera llegar como institución. Espero que el próximo contralor siga el plan estratégico que tenemos.

— Precisamente, las críticas a la contraloría han sido, en su mayoría, por haber “llegado tarde”.
El ministro de Estado no tiene a alguien que se llama contralor sentadito, mirándolo, para que tome buenas decisiones. Si eres titular de una entidad, tienes que asegurar que todo se haga bien. Pero insisten en insinuar que la contraloría llega tarde. La contraloría siempre, aquí y en la China, va a llegar tarde. La auditoría es posterior.

— Entonces la autocrítica de estos siete años no es por haber sido poco eficiente.
¡A muchos casos nunca hemos llegado! Somos 1.500 auditores. La autocrítica va por la independencia de los órganos de control institucional (OCI), que son nuestro brazo armado. Podría haber hecho un esfuerzo mayor para amarrarme en el MEF y pedir plata para que hagan la transferencia. Esa sería mi mayor autocrítica. En la campaña de la primera vuelta varios candidatos han tomado esa banderita, pero ya no está.

— Y en casos como el de Rodolfo Orellana y el uso de las cartas-fianza falsas, ¿no cree que no lo detectaron a tiempo?
Tenemos varias auditorías que identificaron cartas-fianza falsificadas. Pusimos el tema en conocimiento de la SBS, pero las cooperativas [que entregan estas cartas] son un bicho que aún no entra bajo la supervisión de nadie. Mucha bulla le dan a la carta-fianza. El problema es que hay entidades que contratan con esas cooperativas.

— Volviendo a los pocos sentenciados por corrupción, ¿el Poder Judicial les ha explicado por qué tarda tanto?
Si yo tuviera una varita mágica o la capacidad de promover algo en el Poder Judicial, sería una línea de carrera anticorrupción. Mi sentido común me dice que falta que tomen en serio el tema de corrupción de funcionarios públicos y eso significa preparar a los jueces.

— Está diciendo que no hay jueces anticorrupción especializados.
No hay. Falta una decisión política interna en el Poder Judicial para crear un eje estratégico en el Poder Judicial que vea solo los delitos de los funcionarios públicos.

— Y si tenemos que hablar de este gobierno, ¿cuál ha sido el ministerio con mayor corrupción?
Nosotros solo tenemos estadísticas por sectores y de los siete años, que incluyen no solo a este gobierno [el sector con mayor número de funcionarios involucrados es Salud con 4.112]. Lo que puedo decir es que en los últimos tres gobiernos, ninguno se ha puesto a la corrupción como una prioridad. Ninguno.

— ¿Por qué?
Por desconocimiento, por falta de visión. No ha habido una decisión política de luchar contra la corrupción al más alto nivel. Lo que ahora he presentado son los resultados del trabajo para lo que me encomendó la Constitución que es luchar contra... no luchar contra la corrupción, es cuidar el gasto.

— ¿No es luchar contra la corrupción?
No soy el responsable, soy parte de la responsabilidad. Un tercio o un cuarto. Este es un problema nacional, transversal. Si el gestor, la contraloría, el Ministerio Público y el Poder Judicial funcionáramos, no habría corrupción. Lo juro.

— Solo la procuraduría de la contraloría ha detectado 1.754 millones de soles involucrados en los casos vistos. ¿Cuánto se pierde al año por corrupción?
Lamentablemente [la corrupción] está más efectiva. El estimado que suelo dar, usando parámetros internacionales, son 10 mil millones de soles al año. Se pierde un montón de dinero en corrupción. Somos un país pobre y no podemos darnos el lujo de botar la plata.

— ¿Ha aumentado el cálculo a través de los años?
O la corrupción se ha sofisticado o nos hemos contenido. En general, no se escuchan gritos de guerra contra la corrupción, pero ahora sí porque estamos en campaña política.

— Hay dos temas que se repiten: la imprescriptibilidad de delitos de corrupción y la muerte civil de funcionarios corruptos. ¿Son leyes que pueden ser efectivas?
Cero. ¿Qué gano con que los delitos de corrupción sean imprescriptibles si cuando se llega al Poder Judicial el funcionario no va a la cárcel? No sé de qué están hablando. ¿Muerte civil? Pero para eso tienes que detectarlo.

— Habría muerte civil para esos 25 mil funcionarios que han encontrado y nunca más volverían a trabajar para el Estado.
Pero tienen que pasar por un debido proceso. Si el contralor dice que han cometido una irregularidad, tiene que pasar por una investigación. Además, la contraloría puede sancionar con muerte civil hasta por cinco años. No es una novedad, es campaña. Falta estudiar.

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