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Las dos caras de la Defensoría: Demandas y reacciones - 1
Martín León Espinosa

No han sido días tranquilos en la Defensoría del Pueblo. Ayer, un grupo de trabajadores protestó por tercera vez contra la gestión de . En esta oportunidad, la manifestación no solo fue por la reducción de personal de la entidad, sino por lo que el sindicato de la defensoría considera una represalia de la alta dirección de la institución.

Según el sindicato, la gestión de Gutiérrez tomó una medida arbitraria y no renovó los contratos de 14 trabajadores CAS (contrato de administración de servicios) que habían participado en una manifestación realizada el miércoles pasado. Esto pese a que a esas personas, según se informó, ya se les había remitido sus adendas para que continúen dando servicios a la institución. Los 14 se suman a otras 40 personas a las que tampoco se renovó sus contratos.

Sin embargo, la supuesta represalia duró poco. Ayer, mientras se realizaba un plantón en la sede central de la defensoría, el secretario general del sindicato, Gilmer de la Peña, informó que, en una reunión con el primer adjunto de la entidad José Élice, “se dejó sin efecto la no renovación o las cartas de despido de los 14 trabajadores [motivadas] por el solo hecho de haber ejercido su derecho a la libre sindicalización y a la libertad de expresión”.

Según De la Peña, Élice no les explicó por qué desde la alta dirección cambiaron de parecer sobre la situación de los 14 trabajadores.

En comunicación con El Comercio, Élice afirmó: “Se han anulado [las no renovaciones] porque hicimos un análisis y preferimos mantener un buen clima laboral en una institución que tiene tanto prestigio. En realidad, valoramos a todos los que trabajan en la defensoría”.

Pero las protestas de los trabajadores no solo son por los despidos. De la Peña dijo a este Diario que la alta dirección no acepta dialogar con ellos. “En las otras gestiones hubo un trato directo y relación de los trabajadores con la alta dirección. Ahora hay una relación vertical. No hay forma de acceder a la alta dirección”, comentó.

Una fuente de la defensoría indicó que al descontento por la carencia de diálogo se suma lo que calificó como una falta de un norte en la gestión de Gutiérrez.

Según Élice, la comunicación con los trabajadores sí se ha dado. Señaló que Walter Gutiérrez se reunió con ellos cuando asumió el cargo, en setiembre, y que él mismo lo hizo en dos ocasiones después. “Les anunciamos que esto iba a pasar”, dijo en referencia a la no renovación de contratos.

Élice explicó que la alta dirección evalúa las labores, estructura y presupuesto de la defensoría. Indicó que de la partida de la entidad (en el 2017 es de S/59 millones), el 84% se destina al pago de remuneraciones, 14% a servicios en general y 2,7% a actividades de la defensoría. Adelantó que para el próximo año esperan incrementar la partida de sus actividades. Para ello, dijo, tienen dos opciones: pedir más presupuesto o reducir personal. Sobre este último punto, comentó que no se renovó contrato al 5% de los trabajadores (son 700 en total en la defensoría). “Es el 5% que podríamos transferir al rubro de actividades defensoriales”, precisó. Sin embargo, recalcó que esos trabajadores podrán presentarse a los concursos CAS que se llevarán a cabo en marzo del 2017.

Anoche, la defensoría emitió un comunicado, en el que informó que se dispuso la formación de una comisión de diálogo “para conversar con los trabajadores sobre los retos que han surgido de la necesidad de optimizar los recursos”.También indica que “el defensor del Pueblo deja sin efecto la última medida de no renovación de los contratos CAS”.

“Esta medida tiene el objetivo de enfocarnos a superar el problema de fondo que afecta a la institución sobre la falta de recursos”, señaló.

—Lo que se viene—

Instalación
La Defensoría del Pueblo, en un comunicado, precisó que la comisión de diálogo estará presidida por la primera adjuntía (en este caso José Élice) e integrada por dos representantes de las adjuntías y la secretaría general, además de tres representantes de los trabajadores. Se instalará el martes 27 en la sede de la Defensoría del Pueblo.

Concursos Públicos
Los adjuntías de la defensoría se definen por concurso público. Como actualmente la mayoría de adjuntos son encargados, ellos deberán participar, si lo desean, en los concursos que se realizarán el próximo año. Entre esas personas están el primer adjunto José Élice, así como la ex congresista Rosa Mavila, encargada de la adjuntía de la mujer.

Este es el organigrama de la actual gestión de la Defensoría del Pueblo. Da clic en la imagen para aumentar el tamaño:

(El Comercio)

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