Ex contralor Fuad Khoury: “Ser corrupto es rentable en el Perú”
Rocío La Rosa Vásquez

Ahora como director ejecutivo del Instituto de Integridad y Gobernanza, Fuad Khoury habla de las limitaciones de nuestro sistema de justicia para combatir casos como el de Félix Moreno.

— ¿La contraloría podría intervenir en este momento las cuentas del Gobierno Regional del Callao? 
En mi gestión obtuvimos la capacidad de suspender las cuentas de un gobierno regional [Áncash], en coordinación con el Ejecutivo. En la medida en que la contraloría identifique riesgos en el uso de los recursos, tiene capacidad legal para suspender las cuentas. Lo que no conseguimos fue capacidad de intervenir. Sí debería tener esa capacidad, en compañía del Ministerio de Economía, para evitar que los recursos se sigan derrochando.

— En su gestión se detectaron irregularidades en la gestión de Moreno al frente del concejo provincial y de la región. ¿Por qué no prosperaban las denuncias?
La lucha contra la corrupción en el país era un concepto que parecía esquivo a las autoridades encargadas de ello. Hablo del sistema desde el Ejecutivo, Congreso, contraloría, Ministerio Público y Poder Judicial. En el Perú la corrupción navega por la impunidad que hay. ¿Por qué no funcionaba? Porque no se trabajaba en equipo.

— ¿Qué limitaciones sigue teniendo la contraloría? 
La institucionalidad de la contraloría se ha fortalecido con normas, como la capacidad sancionadora. El segundo a bordo de la región Callao ha sido sancionado [con la inhabilitación en primera instancia] por corrupción. Pero la corrupción no se acaba con un buen trabajo de la contraloría porque esta llega después. Hay un trabajo preventivo, pero el trabajo vinculante para meter preso a alguien tiene que venir de una auditoría de cumplimiento. Sin embargo, lo que le falta al Estado es mayor sanción.

— De los 22.000 funcionarios públicos que denunció en su gestión, ¿cuántos terminaron con sentencia? 
Hubo 700 sentencias positivas, 30 o 40 fueron a la cárcel. La palabra impunidad hay que grabarla en la cabeza. En el país hoy día ser corrupto es rentable porque, a medida que no hablemos claro, las cosas seguirán así. Tenemos que ponerle costos a la corrupción, no es suficiente 10 o 15 años. Para el que roba al más pobre, mínimo 20 o 25 años de cárcel.

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