Los restos del oficial de mar Gustavo Valladares fueron recibidos con honores en diciembre pasado. (Foto: Ministerio de Defensa)
Los restos del oficial de mar Gustavo Valladares fueron recibidos con honores en diciembre pasado. (Foto: Ministerio de Defensa)
/ ROLLY REYNA
Martín Calderón

El último 26 de mayo, el oficial de mar Gustavo Valladares Neyra hubiese celebrado su cumpleaños número 31 si una emboscada terrorista en el no le arrebatara la vida el 21 de diciembre pasado, cuando patrullaba el río Mantaro a bordo de una embarcación militar.

Una primera descarga de metralleta, seguida por una serie de disparos, provocó su muerte y dejó heridos a otros tres miembros de la .

MIRA: Héctor Béjar en sus propias palabras

Un año antes, Valladares había recibido el distintivo Fuerzas Operativas Combatiente Frente Interno, por la causal de “combatiente especial”, que acreditaba su buen desempeño en las misiones encomendadas. Valladares estaba casado con Noemí Espinoza García y no tenía hijos cuando murió a manos del terrorismo.

Acto de recibimiento de los restos del oficial de mar Valladares, en diciembre del 2020. La ceremonia fue encabezado por el entonces presidente de la República, Francisco Sagasti. (Foto: Andina)
Acto de recibimiento de los restos del oficial de mar Valladares, en diciembre del 2020. La ceremonia fue encabezado por el entonces presidente de la República, Francisco Sagasti. (Foto: Andina)

El 14 de octubre de 1986, el vicealmirante en retiro Gerónimo Cafferata Marazzi conducía su automóvil por las calles de Barranco cuando un “comando” senderista lo ametralló. Quedó gravemente herido con cuatro balas en el tórax, abdomen y hombros.

Un año antes, Cafferata había dejado de ser comandante general de la Marina, cargo que lo convirtió en un objetivo de .

Tras el ataque, el vicealmirante en retiro fue trasladado al hospital Casimiro Ulloa, donde fue operado de emergencia.

Mientras luchaba por su vida, Cafferata recibió la visita del entonces presidente Alan García, quien lo condecoró con la Orden del Sol del Perú. Falleció el domingo 26 de octubre de 1986.

El atentado contra el vicealmirante en retiro Gerónimo Cafferata Marazzi fue reportado en el diario El Comercio en octubre de 1986. (Imagen: Archivo GEC)
El atentado contra el vicealmirante en retiro Gerónimo Cafferata Marazzi fue reportado en el diario El Comercio en octubre de 1986. (Imagen: Archivo GEC)

Ese mismo año, Sendero Luminoso planeó varios asesinatos selectivos en Lima. Las víctimas fueron personalidades o autoridades políticas, militares, policiales y civiles, como quedó detallado en el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR).

El capitán de Corbeta AP Jorge Alzamora fue asesinado frente a su familia, y el contralmirante Carlos Ponce Canessa, quien cumplía funciones en el Estado Mayor General de la Marina, fue baleado a pocas cuadras de su casa. Los asesinos volaron el auto que conducía.

A las 8:10 de la mañana del 1986, Ponce se despidió de su esposa y de uno de sus menores hijos y partió en su vehículo rumbo al Ministerio de Guerra, donde trabajaba. Pocas cuadras después, terroristas descargaron una ráfaga de balas contra el auto, al que luego arrojaron cargas de explosivos.

El vicealmirante en retiro Javier Bravo Villarán recordó, en diálogo con El Comercio, que en la década del 60, la subversión fue enfrentada principalmente por el Ejército. “Pero ya en diciembre de 1982, cuando las cosas estaban complicadas, el presidente Fernando Belaunde ordenó que las Fuerzas Armadas entraran a controlar el departamento de Ayacucho. A nosotros [la Marina] nos asignaron dos provincias”. Así empezó, para la Marina, la lucha activa contra el terrorismo.

De acuerdo con el informe final de la CVR, la Infantería de Marina -denominada “los navales” por la población local- se hizo cargo del control de Huanta el 21 de enero 1983.

Bravo recordó que ya en 1989, “se hizo una redistribución de áreas y la Marina salió de Ayacucho para hacerse cargo de la parte de ceja de selva de Ucayali, hasta que, ya en este siglo, nos fuimos al Vraem”.

Precisamente en el Vraem, el oficial de mar Valladares dejó la vida por la misión incansable de acabar con el terrorismo.

Relación de los casos más recordados:

  • El 14 de marzo de 1986 fue asesinado el capitán de Corbeta AP Jorge Alzamora, frente a su familia, en Pueblo Libre.
  • En mayo de 1986 fue atacado a unas cuadras de su domicilio el contralmirante Carlos Ponce Canessa, quien cumplía funciones en el Estado Mayor General de la Marina. El contralmirante no solo fue baleado, sino que los asesinos volaron el auto que conducía.
  • El 18 de junio de 1986, en el motín de El Frontón también cayeron abatidos varios miembros de la Armada Peruana.
  • El 3 de julio de 1986, el asesinato del suboficial de la Marina Juan Asto, en Comas (Lima).
  • El 14 de octubre de 1986, Gerónimo Cafferata Marazzi, vicealmirante en retiro y excomandante general de la Marina, fue acribillado mientras se dirigía a su oficina en el Banco Industrial. Falleció días después.
  • El 5 de mayo de 1986 asesinaron al contralmirante Carlos Alberto Ponce Canessa.
  • El 6 de diciembre de 1988 asesinaron al contralmirante Juan Carlos Vega Llona, cuando era agregado naval de la Embajada del Perú en Bolivia. Aquel día, el oficial de la Marina fue interceptado en una de las calles de La Paz (Bolivia) por terroristas de Sendero Luminoso, quienes le dispararon por la espalda. Su muerte fue en represalia por su participación en el develamiento del motín senderista en la isla prisión de El Frontón. Vega Llona estuvo a cargo de la compañía de infantes de marina de turno.
  • En julio de 1993, un grupo de subversivos de Sendero Luminoso emboscó con explosivos a una patrulla de la Marina de Guerra en la localidad de Chío-Huipoca (San Martín), que dejó como cruel resultado cuatro efectivos navales muertos.
  • El 3 de junio del 2004, elementos fuertemente armados de SL asesinaron a dos miembros de la policía y a un efectivo de la Marina durante una emboscada que se produjo a la altura del puente Chino, en la provincia de Padre Abad, Ucayali.

Testimonio

“Decir que la Marina empezó el terrorismo no soporta ningún análisis. Nosotros lo combatimos. Muchos entregaron la vida y otros quedaron lisiados”, señaló el vicealmirante en retiro Javier Bravo Villarán, en referencia a declaraciones del canciller Héctor Béjar en febrero pasado.

Con la colaboración del área de Archivo Periodístico de El Comercio.

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