En el 2015 se conoció que Rocío Calderón, amiga de la ex primera dama, era la titular de una tarjeta de crédito con la que Nadine Heredia  realizó compras por US$38 mil en el exterior. (Fotos: Archivo El Comercio)
En el 2015 se conoció que Rocío Calderón, amiga de la ex primera dama, era la titular de una tarjeta de crédito con la que Nadine Heredia realizó compras por US$38 mil en el exterior. (Fotos: Archivo El Comercio)
Graciela Villasís Rojas

Los vínculos de Ollanta Humala y con se remontan al 2009, dos años antes de que el líder nacionalista asumiera la Presidencia de la República. Tal como lo mencionó ayer El Comercio, el primer encuentro se dio durante los primeros meses de ese año, según lo indicó un colaborador de la constructora a los fiscales del equipo Lava Jato que viajaron a Sao Paulo, Brasil, a recoger sus testimonios en marzo de este año.

—El encuentro—
El ex presidente de OAS José Adelmario Pinheiro, más conocido como Leo Pinheiro, le indicó a Valfredo de Assis, ex gerente general de la constructora en el Perú, que debía buscar un acercamiento con Humala. “En el primer semestre del año 2009, en una cena en la casa de Valfredo de Assis, ubicada [en ese momento] en el Malecón
Balta 1070, departamento 1002, en Miraflores, se llevó a cabo una cena aproximadamente a las 8 de la noche, donde estuvieron presentes Nadine Heredia, Ollanta Humala y Valfredo de Assis”, afirmó.

En esas circunstancias, según el testigo N°101-2019, De Assis le planteó a los esposos el interés que tenía la constructora en ejecutar grandes obras en el Perú. La empresa también les contó las dificultades para entablar contactos al más alto nivel que tenían con el gobierno de turno. Era el segundo mandato de Alan García. De Assis les dijo a los Humala Heredia que “los partidos de izquierda en el Brasil solo llegaron al gobierno cuando entendieron que el empresariado no era su enemigo y que eran necesarios para el desarrollo económico del país y las inversiones privadas”.

—El contrato ficticio—
Según el testigo, terminada la introducción de quien era la máxima autoridad de OAS en el Perú, Nadine Heredia de inmediato respondió que ellos también tenían dificultades para hacer las actividades del Partido Nacionalista y le solicitó un aporte económico. “Pidieron un apoyo que quedó en US$10.000 mensuales y, como en esa época en el Perú, la empresa OAS no tenía obras en desarrollo, entonces la solución que tenía para hacer los pagos era buscar un contrato ficticio y Valfredo [ De Assís] le preguntó [a Nadine Heredia] si tenían alguien de su confianza para que OAS lo contacte […] entonces Heredia le dice que tiene una amiga que era abogada que se llamaba Rocío Calderón y que ella le daría el número de celular de Valfredo de Assis a Rocío Calderón y que esta contactaría con él”.

El nombre de Rocío Calderón Vinatea aparece en seis anotaciones en las agendas de Nadine Heredia.
El nombre de Rocío Calderón Vinatea aparece en seis anotaciones en las agendas de Nadine Heredia.

Dos días después, el mismo colaborador N°101-2019 dijo que Rocío Calderón llamó a Valfredo de Assis y se reunieron en las oficinas de OAS sucursal del Perú, ubicada en la calle Basadre 310, oficina 802, en San Isidro. Calderón acudió a la reunión “para firmar un contrato ficticio por el monto de US$10.000 en un plazo de 12 meses, lo que se dio pocos días después”. “Todos los meses a partir de esa fecha, OAS efectuaba los pagos en forma mensual por medio de cheques, al inicio, y posteriormente también mediante transferencias electrónicas que eran pagos regulares realizados por la tesorería de la compañía en forma regular. Pasados los 12 meses, en el 2010, la señora Nadine Heredia pidió a Valfredo de Assis Ribeiro que hiciera una adenda al contrato para seguir con el apoyo por más tiempo, un plazo no inferior a seis meses”, detalló el testigo. Es decir, Calderón habría recibido por este contrato ficticio al menos US$180 mil.

El colaborador también precisó que Rocío Calderón Vinatea nunca prestó ningún servicio a la empresa OAS y que ella acudía personalmente a la empresa a recoger el cheque. “Las primeras veces se lo entregó el propio Valfredo de Assis”, agregó.

Dos de las anotaciones en la agenda de Nadine Heredia muestran a Rocío Calderón con la leyenda “Fondo mutuo Chio” y las cifras US$20 mil.
Dos de las anotaciones en la agenda de Nadine Heredia muestran a Rocío Calderón con la leyenda “Fondo mutuo Chio” y las cifras US$20 mil.

El testigo indicó a la fiscalía que su versión se puede acreditar con varios documentos que entregará, tales como el contrato de alquiler de De Assis Ribeiro en el Malecón Balta N°1070, Miraflores, el contrato de servicios entre Calderón y De Assis que consta en los archivos de OAS y en poder de la propia Calderón. También ofreció el registro de pagos, los cheques de la cuenta de OAS en el Banco de Crédito del Perú, así como el pago del IGV en la contabilidad de OAS.

—Descargos—
En comunicación con este Diario, César Nakazaki, abogado de los Humala Heredia, indicó: “Nosotros nos estamos preparando para el juicio a partir de las pruebas que ha presentado el fiscal. Respecto a cualquier información de OAS que pueda aparecer [...] mientras que no esté en el proceso no tenemos mayor tema que tratar”.

Ricardo Elías Puelles, abogado de Rocío Calderón, negó conocer la versión del colaborador eficaz, pero afirmó que los servicios “de derecho administrativo” que ella brindó a OAS se encuentran documentados. “Todos los servicios que ha prestado Rocío Calderón entre el año 2009 y 2010 se encuentran […] están detallados en el contrato y están detallados en los informes que se han ido emitiendo mensualmente. De todo eso tenemos constancia”, indicó.

–La suerte de OAS–
Antes del 2012 la constructora OAS no había ganado ni una licitación con el Estado Peruano, pero a partir de marzo de ese año su suerte cambió. Hasta el 2014, OAS se adjudicó tres proyectos con el gobierno nacional por S/1.371’852.070.