La ministra de Justicia asegura que hoy conversará con el presidente Vizcarra y que de él depende que se mantenga en el cargo. (Video: GEC)
Paolo Benza

La ministra de Justicia, , respondió a El Comercio sobre la reacción que tuvo cuando se le consultó acerca del feminicidio de Jesica Tejeda y el asesinato de tres de sus hijos.

— Quiero pedirle una respuesta concreta sobre qué pasó con su declaración del 24 de diciembre. ¿Por qué dijo que en ese momento no podía comentar el tema porque era Navidad?

Mi respuesta fue a la situación concreta de ser abordada por un grupo de personas para que dé una declaración. En ese momento no atendía a la pregunta que me estaban dando, sino a la situación. Acababa de salir de un momento religioso y dije no, pero no había escuchado que me estaban preguntando por un feminicidio. Cuando ya me repreguntan, recién reparo de qué cosa estábamos hablando. Soy una persona convencida de los derechos humanos, no de ahora, sino de siempre. He trabajado desde hace muchos años en la defensa de los derechos de la mujer. Cuando se dio la oportunidad, hicimos la propuesta al Poder Judicial de los módulos básicos de justicia, y existen a la fecha 43 de estos edificios en donde están el Poder Judicial, el Ministerio Público, defensores de oficio, conciliadores, médicos legistas.

— Hemos revisado el video varias veces. Se observa que usted sí escucha la pregunta del reportero, y ante el tema que se le plantea prefiere no responder.

Una cosa es cuando uno habla y otra lo que uno escucha. Son dos personas las que intervienen en un diálogo. Cuando una persona está en ese momento en otro tema, además está impresionada por las luces... Estaba caminando y de repente me abordan, y te asusta. Una situación así es de susto. Estás en el Centro de Lima y hay un grupo de gente que te rodea. Tú no escuchas. Si hubiera tomado consciencia de lo que me estaban preguntando en ese momento, claro que hubiera respondido. No soy una persona que no tenga una empatía elemental con una mujer que ha sido asesinada de esa manera por su pareja.

— ¿Está segura de que no entendió, no escuchó, la pregunta que le estaban haciendo?

En la universidad alguna vez aprendí que el lenguaje es una comunicación. Bueno, yo estaba en una situación de tensión y por eso sonreí, obviamente. Uno no sonríe ante una pregunta de ese tipo, por favor, una persona sonríe también cuando está nerviosa y eso me pasa a mí, lamentablemente.

— ¿Sí era, entonces, un momento propicio para hablar de un feminicidio?

Sobre un feminicidio se puede y se debe hablar en cualquier momento. Me da mucha pena, porque nuestra intención en ningún momento fue deshonrar a las víctimas de este tremendo homicidio ni a sus familiares. Este año, como ministerio, se ha llevado la defensa de 16.450 procesos: en violencia familiar, 5.000 casos; en violación sexual, 1.970 casos. Antes el defensor de oficio era para el agresor, no para la víctima.

— ¿La persona a la cabeza de ese trabajo no tiene la responsabilidad política de estar siempre preparada para responder sobre el tema?

Realmente pido disculpas por no haber estado preparada para responder en ese momento como se esperaba como autoridad, pero lo repito: me tomaron de sorpresa. Y no tengo experiencia política. Tengo experiencia técnica, vengo de muchos años de trabajo con el Estado, con ONG, académico, es diferente. No tengo la experiencia política que tiene cualquier persona que ha trabajado en un espacio político más intensamente.

— ¿Ha conversado con el presidente Martín Vizcarra sobre el tema?

No, todavía.

— Él dijo que cuando llegara a Lima iba a evaluar la situación y que no respaldaba las declaraciones que usted había dado. ¿Cómo lo toma?

Yo tampoco respaldo mis declaraciones. Esas declaraciones son desafortunadas. Pero estoy explicando ahora por qué se dieron.

— ¿Hubiera esperado un apoyo público del presidente en la línea de su falta de experiencia política?

Es que las declaraciones son desafortunadas. Nadie puede respaldar eso. Ni yo misma. Yo estoy explicando por qué las di. Pero para mí misma es inaceptable que aparezca esa respuesta.

— ¿Usted estaría dispuesta a aceptar que, dada su responsabilidad política, le pida su renuncia?

Por supuesto. Soy una persona de confianza del presidente. Él tiene que evaluar si vale la pena que siga o que no.

— ¿Le han comunicado de PCM o a través de algún asesor presidencial que se evalúa pedirle su renuncia?

No.

— ¿Usted evaluaría renunciar por voluntad propia?

No, por ese tema no. Estoy convencida de lo que estoy haciendo [el en ministerio].

Ana Teresa Revilla: “Yo tampoco respaldo mis declaraciones”

— ¿Cuándo va a hablar con el presidente?

El día mañana [hoy] estaremos conversando.

— ¿Sobre este tema en específico?

Sí, así es.

— Usted dice que el ministerio está realizando trabajo en violencia de género. ¿Cómo se están moviendo los indicadores respecto a este trabajo?

Lo que estamos viendo es que ha subido notablemente el tema de la violencia. Lo que pasa es que quienes estamos entendiendo cuáles son nuestros derechos somos las mujeres. Los que no entienden cuáles son los derechos de las mujeres son los varones. Entonces, la actitud que se ve permanentemente es si no me obedeces, si no estás conmigo, te ataco.

— Pero a pesar del trabajo que están haciendo, los indicadores continúan aumentando.

Tenemos propuestas interesantes. Si me deja, le explico rápidamente. Por ejemplo, se está actualizando la política frente a prevención y tratamiento de adolescentes, la política penitenciaria y la política frente a delitos patrimoniales. Pero falta y se está elaborando la política frente a delitos sexuales. Esa es una que hay que trabajar y estamos en eso. Se van a incorporar a los tres existentes, diez edificios más donde van a estar abogados, peritos, conciliadores. Según estudios que hemos hecho, el 30% de los feminicidas dice que se volvería a casar con la víctima a la que aniquilaron.

— ¿Es consciente de que la declaración que usted dio se asemeja mucho a la actitud que tomaron los policías el día del feminicidio de Jesica Tejada: “En este momento no puedo atender el tema”?.

Le repito: la respuesta no fue a la pregunta, fue a la coyuntura. Tenía un grupo de gente que de un momento a otro me llamó, volteo y me encuentro con cámaras, personas. Yo no respondía a la pregunta, respondía a la situación. Si hubiera escuchado, internalizado la pregunta, sí hubiera respondido.

— Pero luego usted da una respuesta.

La segunda vez, cuando el periodista me pregunta, dije: “¿Qué es esto?, ¿de qué tema estamos hablando?”.

—¿Estaba usted informada del caso?

Claro que sí, por la prensa. Salió en todos los medios.

— Y cuando toma consciencia de que estaban hablándole de ese caso, ¿por qué no vuelve y da una afirmación un poco más contundente?

Yo fui firme cuando estuve hablando con ellos. Creo que sí, no sé. Me acuerdo que respondí, porque no es una cosa de mi sector, es de otros sectores.

— ¿Qué nos garantizaría a nosotros que no se volverá a repetir y que fue, efectivamente, inexperiencia política?

Bueno, nunca más cuando me hagan una pregunta, si no la he captado, voy a dar un comentario que no sea distinto al “me podría volver a formular la pregunta”. En ese momento estaba totalmente asustada. Por favor, 24 de diciembre a las 8 de la noche, después de la misa de Navidad, en un acto oficial que había ido como ministra de Justicia invitada por el arzobispo de Lima.

— Sí, pero un ministro tiene que responder a este tipo de temas el 24 de diciembre a las 12 de la noche si es necesario.

Claro, pero no me lo esperaba, por la inexperiencia política. Ahora, obviamente, voy a tomar consciencia de que no importa que sea un oficio religioso, el 24 a las 12 de la noche o esté comprando en el mercado.

— ¿Cuál espera que sea el desenlace de la reunión con el presidente?

Yo tengo la tranquilidad de haberme comportado como soy, transparente. Normalmente no oculto, no tengo cartas bajo la mano. He actuado transparentemente, con inexperiencia política, y espero que el presidente decida lo que es mejor para el país. No importo yo, interesa el Perú.