El reconocimiento a la dedicación de Ricardo Pinedo lo coloca a la expectativa de un alto cargo. (Foto: PAP)
El reconocimiento a la dedicación de Ricardo Pinedo lo coloca a la expectativa de un alto cargo. (Foto: PAP)
Jonathan Castro

De pie, frente a casi trescientos militantes y simpatizantes apristas en un evento de desagravio al partido el viernes, Ricardo Pinedo eligió una frase de Víctor Raúl Haya de la Torre enunciada en 1931 para empezar su intervención: “Nosotros no queremos en el que duden de su causa o duden de sí mismos en los momentos de peligro. Nosotros no queremos cobardes”.

Las palabras elegidas por el ex secretario personal de Alan García, si bien son parte de la tradición aprista, llegan en una coyuntura especial. La declaración de Miguel Atala, quien acusó al ex mandatario de haber sido el beneficiario de sobornos de Odebrecht, ha impactado en un sector de la militancia y de la dirigencia, dubitativas respecto de la inocencia de García.

El ex canciller Luis Gonzales Posada declaró que la noticia lo había “impactado de manera enorme”. Con un tono menos dramático, el congresista Javier Velásquez Quesquén señaló que el testimonio había afectado “grave y sensiblemente al partido”.

Pinedo –conocido internamente como el ‘Sapo’– tiene autoridad suficiente para erguirse frente a sus compañeros. Diversas fuentes apristas consultadas por El Comercio coinciden en que en los últimos meses este ganó protagonismo por su férrea defensa de García, cuando algunos de los líderes más prominentes desaparecieron frente a las imputaciones hechas por los fiscales del Caso Lava Jato.

Las mismas fuentes consideran que el suicidio de García ha sensibilizado a un gran número de apristas de base que no se movilizaban. Para ellos, esta es una oportunidad del partido para reconectar con sectores populares y jóvenes simpatizantes.

Pero también ven que su estructura orgánica de bases está destartalada. Así lo reconoce el ex secretario general Omar Quesada: “Los dirigentes que se elijan en octubre tienen que establecer una estructura de vinculación con sectores populares, con dirigentes que vinieron al sepelio de García”.

El suicidio de García ha coincidido con un momento difícil para el Apra: mientras están inmersos en investigaciones judiciales por sobornos en la adjudicación del metro de Lima, organizan el congreso nacional para elegir a una nueva dirigencia que pueda ser validada ante el Registro de Organizaciones Políticas (ROP).

En el último congreso partidario –celebrado en el 2017–, se eligió a una junta directiva que fue observada por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), pues la elección no cumplió los requisitos exigidos. La anterior dirigencia ha tenido que convocar a un congreso, por celebrarse entre el 25 y el 27 de octubre de este año.

El principal problema de la convocatoria es que aproximadamente 105.000 militantes, según información de Quesada, tienen inconvenientes con su inscripción en el padrón que está convalidado en el JNE, a raíz de dificultades con el registro de sus datos del DNI o porque sus registros se perdieron.

Este tema se agravó después de la elección presidencial del 2016, pues se volvió obligatorio que los militantes que puedan votar o ser elegidos estén inscritos no solo en el padrón del partido, sino en el del JNE. Solucionar esta situación es complejo, pues muchos inscritos han perdido sus fichas de registro y los comités locales tampoco conservan las copias.

Tanto Quesada como el congresista Javier Velásquez Quesquén esperan regularizar esa situación antes del congreso nacional.

Aún no hay ningún consenso sobre quiénes podrán asumir el liderazgo del partido. La ausencia de García, quien ejercía la presidencia, deja un partido bicéfalo, con dos secretarios generales.

Cualquier modificación al estatuto para tener un solo liderazgo tendría que realizarse después de la elección de su nueva directiva, pues de hacerlo antes corren el riesgo de no ser admitidos por el JNE, explica Quesada.“El partido ha tenido dos liderazgos indiscutibles.

"¿Qué podemos concluir del análisis histórico? ¿Que el Apra necesita un liderazgo indiscutible? Creo que sí, pero ahora no lo tenemos, lo que tenemos son equipos”, afirma Velásquez Quesquén. Señala, además, que los actuales congresistas darán paso a líderes jóvenes.

El recambio generacional también implica disputas entre las tendencias del partido, algunas de las cuales se han visto disminuidas como parte del sector que apoyaba a Jorge Del Castillo que renunció para irse con Cornejo. “La renovación no es como un botones que entras a un hotel y te abren la puerta, esto se arrancha también”, afirma el ex candidato a la secretaría general Renzo Ibañez.

El historiador Daniel Parodi considera que la única forma en la que el Apra pueda renovarse es cortar con el “alanismo”.

En cambio, Jaicec Espinosa, uno de los jóvenes apristas que en los últimos años fue cercano a García, cree que cualquier liderazgo que intente cortar la cabeza del ex presidente cometería un suicidio político.

Entre el fallecimiento de Haya de la Torre, en 1979, y el surgimiento de Alan García como líder indiscutible pasaron tres años. Aunque el Apra se encuentre en una situación muy distinta a la que recibió García recibió en 1982, los militantes confían en que se erija un nuevo liderazgo.

“La mejor manera de probarlos es ponerlos a hablar”, señala al finalizar la reunión en el aula magna de la Av. Alfonso Ugarte uno de los asistentes.

–Más datos–

La declaración de Alfredo Barnechea en el velatorio de García no genera expectativas. En el Apra esperan la consolidación interna antes que recibir a invitados.

El Apra prepara las celebraciones entre el 17 y el 23 de mayo, fechas en las que se conmemorará el primer mes del fallecimiento y el cumpleaños de García.

–Las frases–

“Ahora no hay una persona que esté llamada a ser el heredero de García, pero sí hay equipos de trabajo”.
Javier Velásquez Quesquén - Congresista aprista

“Al fallecimiento de Haya de la Torre también dijeron que no había liderazgos fuertes, y surgió Alan García. Esperemos a octubre”.
Nidia Vílchez - Ex congresista y ex ministra aprista

“Creo que el partido abandonó la calle. Hay que hacer vínculos con los sectores populares”.
Omar Quesada - Ex secretario general del Apra