La Célula Parlamentaria Aprista manifestó en conferencia de prensa que con lo declarado por Jorge Barata se prueba que el ex mandatario Alan García "era inocente". (Foto: Agencia Andina)
La Célula Parlamentaria Aprista manifestó en conferencia de prensa que con lo declarado por Jorge Barata se prueba que el ex mandatario Alan García "era inocente". (Foto: Agencia Andina)
Jaime de Althaus

La pregunta es importante porque el país ha iniciado un proceso de reforma política precisamente para construir un sistema de partidos políticos de verdad, y el fue eso durante décadas. Es el partido más antiguo y fue durante mucho tiempo el más organizado, pero en los últimos años se vino a menos.

El trágico suicidio de Alan García tuvo el efecto inmediato de generar propósitos unitarios y renovadores. Mauricio Mulder me dijo: “Vamos a trabajar por un acuerdo interno para ir a un salto generacional. Debe haber una conducción colegiada breve y de allí surgirá alguien”.

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Jorge del Castillo también: “Si tenemos la inteligencia, de entendernos y renovarnos, podríamos salvar al partido. Estamos trabajando en eso entre los dirigentes”Pero esos propósitos podrían estrellarse contra la dinámica natural de la política interna. De un lado, las revelaciones de Barata podrían restarle valor martirológico y poder inspirador al suicidio de Alan García. Los propósitos unitarios y renovadores, entonces, sin ese elan, podrían ceder paso a una áspera pugna interna entre los propios Mulder y Del Castillo por la sucesión.

A la muerte de Haya el partido sufrió la lucha entre Armando Villanueva y Andrés Townsend, que se resolvió con la emergencia del joven Alan García, que reunificó y rescató al Apra. Hoy no se avizoran liderazgos juveniles con esa potencia, pero los que hubiera tendrían que poder participar en un proceso interno.Para ello, algunos proponen una reinscripción partidaria y la elección de las nuevas autoridades no mediante el sistema de delegados, que es como ocurrirá en el Congreso de octubre –con delegados definidos por la cúpula actual– sino mediante el sistema de un militante, un voto. Allí debería darse el recambio generacional, y algunos mencionan, por ejemplo, al relativamente joven ex ministro cusqueño Jorge Villasante como secretario general de transición.

Entre los ‘jóvenes’ habría dos corrientes. Una liderada por Enrique Valderrama, entre otros, que está elaborando un programa para situar al Apra del lado de las demandas populares emergentes y las regiones; y otra, en que figura Renzo Ibáñez, partidaria de temas como el matrimonio igualitario, el aborto y la legalización de la marihuana.

Es importante, porque la regeneración del Apra tendría que pasar por una discusión ideológica. Hay dos Hayas y dos Garcías. García pasó de un extremo al otro en sus dos gobiernos, descoyuntando ideológicamente a su partido. Escribió alrededor de 15 libros.

¿Algunos de ellos podrían servir de base, junto con textos de Haya, para un trabajo de definición ideológica? ¿“90 años de aprismo” por ejemplo? Según Iván Arenas, lo que buscó García en ese libro y otros fue reconciliar al Apra con el mercado, establecer un puente con el Haya de “crear riqueza para el que no la tiene”, pero no habla de las clases emergentes e informales, del mundo popular. La síntesis entre las dos vertientes históricas del Apra tendría que darse en la integración de los sectores informales emergentes.Ojalá triunfen las fuerzas positivas. Quizá la reforma política, que incluye la participación obligatoria de todos los ciudadanos en la elección de candidatos a cargos de elección popular, sirva para estimular la reconexión del Apra con la sociedad.