(Foto: Congreso)
(Foto: Congreso)
Diana Seminario

Mientras nos seguía doliendo que Christian Cueva haya errado el penal ante Dinamarca y que Francia acabara con nuestras aspiraciones mundialistas, hubo otros lamentos retumbando en la esfera nacional, y no eran precisamente de sufridos hinchas de la selección, sino de ex figuras del gobierno que no solo han perdido su poder de antaño, sino que se dedican a petardear al gobierno del que fueron sus más entusiastas hinchas.

Nos referimos a , quien fue la última presidenta del Consejo de Ministros del ex presidente Kuczynski. Ella y otros parlamentarios como Carlos Bruce, Juan Sheput y Guido Lombardi han emprendido una suerte de campaña para socavar la administración del presidente Martín Vizcarra y el primer ministro César Villanueva. Y si esa no es su intención, lo disimulan muy bien.
A Araoz le molesta todo de Villanueva y Vizcarra: “Tenemos voluntad de trabajar con el Ejecutivo, pero no encontramos comunicación del primer ministro. El señor [César] Villanueva no se da cuenta del valor de una bancada”, dice la segunda vicepresidenta en entrevista con este Diario.

¿En serio la ex jefa del Gabinete pretende que Villanueva la llame y convoque cuando ella misma se encargó de cortar todo puente con el actual primer ministro?

¿O es que ya se olvidó Meche Araoz que cuando el presidente Vizcarra escogió a Villanueva, ella afirmó: “El vacador no puede ser presidente del Consejo de Ministros?”, y Juan Sheput llamó al primer ministro “operador del fujimorismo”. ¿Esa es su idea de colaborar con el gobierno? ¿Y ahora se quejan de que no los llamen? ¿Creen que el jefe del Gabinete puede confiar en ellos?

Sin embargo, con quien hay diálogo permanente es con los congresistas de provincia de la bancada ppkausa, a quienes Araoz denomina “el otro grupo”.

Lo que llama la atención es que mientras los ‘oficialistas’ deshojaban margaritas para decidir si continúan siéndolo, el Parlamento de mayoría fujimorista le otorgaba al gobierno del presidente Vizcarra facultades para legislar en materia tributaria, gestión económica, competitividad, integridad y lucha contra la corrupción y modernización del Estado.

“Queremos que le vaya bien al gobierno, pero dentro de lo priorizado en el plan de gobierno”, dijo Araoz en la entrevista citada. Es decir: “Te apoyamos siempre y cuando te sometas a hacer lo que digamos nosotros”.

Con ese mensaje, queda claro que siguen añorando al ex presidente que debió renunciar por un escándalo de corrupción que lo involucró directamente. También resulta evidente que para el grupo de Araoz el conflicto de intereses que dejó fuera de la presidencia a Kuczynski no es tal, o al menos lo relativizan. ¿O será que es así como conciben la política?

Araoz, Bruce, Sheput, Lombardi y compañía ya debieran haber entendido que la confrontación que caracterizó al gobierno de su líder PPK no le dio buenos resultados; que Vizcarra y Villanueva, conscientes de su precariedad, prefieren conversar antes que petardear, pues han descubierto que polarizar no construye y que las ‘argollas’ en el poder no son buenas consejeras.

Dicho esto, ¿seguirán siendo oficialistas?