.
.

A dos semanas de llevarse a cabo la elección de la Mesa Directiva del Congreso, aún no define su fórmula y busca restarle votos para lograr su reelección.

El fujimorismo tiene 54 votos. En un escenario ideal necesitaría 12 votos adicionales para llevarse la victoria, pues gana la lista que logra mayoría simple de los presentes en el pleno, por lo que si asisten los 130 se requieren 66 votos. En la última elección del 2018, el fujimorismo logró 69 adhesiones.

El año pasado, los fujimoristas contaban con 62 miembros en su bancada y solo requirieron del apoyo de algunos miembros del Apra y no agrupados como Pedro Olaechea. El panorama hoy es distinto, pues solo tienen 54 miembros y requieren del apoyo de bancadas en bloque.

Por eso, Fuerza Popular aún evalúa si encabeza la lista o la cede a otro grupo en busca de una fórmula de consenso. De presidir la lista, los candidatos voceados hasta la fecha son Rosa Bartra y Percy Alcalá. La primera preside la Comisión de Constitución y el segundo, la Comisión de Presupuesto.

Si solo participan en la fórmula con vicepresidentes, las voceadas son Alejandra Aramayo y Milagros Takayama. Pero esta segunda opción no es bien vista por la cúpula fujimorista y se buscará hasta el último instante ir a la cabeza.

Hasta la fecha, los fujimoristas tienen negociaciones avanzadas con Acción Republicana, el Apra y Alianza para el Progreso. Esta última ha tomado mayor relevancia debido a que ha incrementado su número a 10 integrantes, con lo que se convirtió en la segunda bancada con mayor peso numérico. César Villanueva ha mostrado interés en ser el próximo presidente del Congreso poniendo sobre la mesa su experiencia como primer ministro de este gobierno y su llegada con el Ejecutivo.

Como es natural en esta ronda de negociaciones, los intereses se cruzan. Acción Republicana ve candidateable a su congresista Pedro Olaechea, quien mantiene muy buenas relaciones con el fujimorismo. Si logran ponerse de acuerdo en la fórmula, Fuerza Popular (54), APP (10) y Acción Republicana (5) suman 69 votos.

En ese escenario, solo les bastaría convencer a algunos miembros del Apra para asegurar la victoria ante algún inconveniente interno en el fujimorismo. Fuentes de Fuerza Popular indicaron que en esta elección no aceptarán imposiciones para mostrar sus votos. Es por ello que han buscado tender puentes con Cambio 21, la bancada de los ex fujimoristas ligada a Kenji Fujimori.

“Estamos trabajando, consensuando, para que quienes se fueron en un momento dado de la bancada (Fuerza Popular) puedan regresar y hacer una sola bancada, como comenzamos al inicio”, dijo Héctor Becerril durante la semana.

El voto oculto
El dicho de Becerril busca contrarrestar la estrategia de Daniel Salaverry. A oídos fujimoristas ha llegado la versión de que Salaverry le ha prometido a Kenji Fujimori que pondrá a debate la decisión de su retorno antes de que acabe la legislatura.

Las versiones son ciertas, según el mismo entorno de Salaverry. Pero la promesa está condicionada a que se consiga un oficio con la firma de 66 congresistas para solicitar el retorno de Kenji Fujimori. Hasta la fecha solo han logrado 60 firmas. Para Salaverry esas firmas pueden traducirse en votos a favor de su reelección.

Hasta el momento, las bancadas que se han mostrado dispuestas a apoyar a Salaverry son: Bancada Liberal (5), Frente Amplio (9), Cambio 21 (7), Peruanos por el Kambio (9), Nuevo Perú (10), además de 4 no agrupados. Todos juntos suman 44 votos y Salaverry cree que el resto de adhesiones las puede conseguir de Fuerza Popular. En sus cálculos, hasta 15 fujimoristas podrían votar por él. Esto también significaría restarle votos a Fuerza Popular que quedaría en algo más de 50. Así, la disputa será voto a voto.

En este bloque dudan si Acción Popular se sumará, debido a que se venía voceando la candidatura de Víctor Andrés García Belaunde. Salaverry dijo que apoyaría dicha candidatura, pero los acciopopulistas consideran que solo lo dijo para poner los reflectores sobre García Belaunde mientras continúa sus negociaciones. “Con APP no contamos porque están en negociaciones con ambos bandos y eso no da confianza”, sostuvo una fuente de este bloque.

La bancada más decidida de este grupo es el Frente Amplio, que ya tiene el nombre de quien sería su candidato a vicepresidente: Justiniano Apaza. En Nuevo Perú, por el contrario, existen divisiones, pues un grupo liderado por Marisa Glave apoya a Salaverry, mientras otro encabezado por Alberto Quintanilla ha visto con buenos ojos la propuesta de César Villanueva (APP).

Fuentes de Nuevo Perú indicaron a este Diario que la propuesta de Villanueva era que él mismo encabece la lista llevando como vicepresidentes a uno de Nuevo Perú, uno del Apra y uno de Fuerza Popular. El problema está en que en los últimos días se han enterado de que se ha propuesto una fórmula parecida pero con Peruanos por el Kambio en el cupo de los izquierdistas.

La principal objeción con Salaverry es que necesita integrar una bancada para poder postular. En los cálculos de Salaverry, crear una nueva bancada no sería bien visto ante la opinión pública, por lo que una opción sería sumarse a un grupo ya existente. Además surge la duda sobre el pedido de Ética para suspenderlo: la primera batalla que deberá lidiar en la nueva legislatura de agosto.

Ante esas dudas, en Acción Popular esperarán ver cómo transcurren las cosas desde el lunes 22 –la próxima semana es de representación–, pues no están dispuestos a exponer a García Belaunde si no tienen asegurada la victoria.