Caso Orellana enfrenta a Heriberto Benítez y Velásquez Quesquén

La red que habría encabezado Rodolfo Orellana –hoy en prisión– ha enfrentado a los congresistas Javier Velásquez Quesquén y Heriberto Benítez. La disputa se generó por el nombre de una mujer: Olga Gonzales Yaurivilca.

Ella es hija del ex vocal supremo Robinson Gonzales, quien cumple desde el martes prisión preliminar de 15 días por sus vínculos con la presunta organización criminal de Orellana. En la operación policial también fue capturada Olga Gonzales.

Tras estas detenciones, el legislador Heriberto Benítez afirmó que ella “fue beneficiada por el Partido Aprista”, y que trabajó en el Congreso y luego en la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) cuando Javier Velásquez Quesquén estuvo al frente de estas entidades.

“La situación del Apra se va complicando, porque hay congresistas, jueces, funcionarios, candidatos y militantes que rodean la red Orellana”, señaló Benítez, luego de que este Diario informara que el propio Rodolfo Orellana admitió que Robinson Gonzales trabajó para el “área legal” de su estudio de abogados.

El Comercio se comunicó con Javier Velásquez para recoger su versión, y su respuesta fue contundente: no solo acusó a Benítez de mentir, sino que sostuvo que todo es parte de una jugada política para no investigar a la red de Rodolfo Orellana.

“Él no tiene ninguna autoridad moral. Está vinculado a las tres mafias más importantes: la de Orellana, la de César Álvarez y la de Martín Belaunde Lossio. Esta es una maniobra distractiva del señor”, enfatizó el ex jefe de la PCM.

Velásquez Quesquén también aclaró que Olga Gonzales trabajó para el despacho del ex legislador de Unión por el Perú (UPP) Aldo Estrada Choque, por lo que no tenía ningún vínculo con la Mesa Directiva. “El presidente del Congreso no define la contratación de asesores personales, es una patraña”, remarcó.

De otro lado, Velásquez indicó que no conoce al ex vocal supremo Robinson Gonzales ni a su hija. “Benítez está requerido por la justica por asociación ilícita para delinquir (en el Caso César Álvarez). Lo que quiere es distraer las cosas”, expresó.