Pedro Cateriano: los votos de confianza a cada nuevo Gabinete

En medio del estado de emergencia por la pandemia del coronavirus, el nuevo Gabinete Ministerial liderado por Pedro Cateriano se presentará ante el Congreso para exponer los lineamientos de su gestión y solicitar el voto de confianza al Congreso. Será el cuarto Gabinete de la gestión de Martín Vizcarra que así lo haga.

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El 17 de julio, cuando el primer ministro comenzó su ronda de diálogos tras asumir el cargo, justamente con miras al voto de confianza, El Comercio publicó un informe recordando las anteriores presentaciones de los flamantes gabinetes.

Desde que Vizcarra ocupó el cargo de jefe de Estado, en marzo del 2018, le encargó la presidencia del Consejo de Ministros a César Villanueva (2018-2019), Salvador del Solar (2019), Vicente Zeballos (2019-2020) y ahora a Cateriano. Cada uno se enfrentó a coyunturas distintas cuando solicitaron el voto de confianza.

El Gabinete de Villanueva, el primero de la era Vizcarra

Antes de presentarse ante el Congreso para solicitar el voto de confianza, era público que había consenso entre las bancadas parlamentarias para otorgárselo. Y así ocurrió el 2 de mayo del 2018. El Gabinete de Villanueva lo obtuvo con una amplia mayoría: 94 votos a favor, 19 en contra y dos abstenciones.

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La coyuntura le era favorable: menos de dos meses antes, Vizcarra había asumido la presidencia y mantenía la luna de miel política. El Congreso, que había ejercido un rol protagónico en la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, respaldaba la asunción de Vizcarra.

La ronda de diálogo que Villanueva sostuvo con todas las bancadas parlamentarias entre la segunda y la tercera semana de abril del 2018 confirmó que el Gabinete recibiría el visto bueno sin inconvenientes.

La bancada mayoritaria de Fuerza Popular aseguró que se llevó “una sensación positiva” de la reunión con Villanueva. El entonces vocero de ese grupo, Daniel Salaverry, dijo: “Vemos en este nuevo gobierno una genuina voluntad de querer hacer las cosas bien”.

Villanueva resaltó ante el pleno del Congreso la necesidad de mejorar la calidad de vida de los peruanos, luchar contra el narcotráfico y la corrupción. Esta última se convirtió en la bandera del gobierno, en medio de una creciente desconfianza de la población hacia la clase política y, en detalle, en el sistema de partidos.

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“El Congreso necesita ser un aliado estratégico para que podamos operar las leyes que este país necesita”, dijo Villanueva. En ese momento, no se avizoraba que la relación entre el Ejecutivo de Vizcarra y el Congreso encabezado por Fuerza Popular alcanzaría niveles de confrontación y discrepancias que concluirían con la disolución del Congreso, el 30 de setiembre del 2019.

Respaldo ajustado al Gabinete de Del Solar

El segundo Gabinete Ministerial de la gestión de Vizcarra fue liderado por Salvador del Solar y tuvo poco respaldo cuando solicitó el voto de confianza, en abril del 2019. Apenas alcanzó 46 votos a favor, es decir, menos de la mitad de lo que obtuvo su antecesor.

En ese momento, Martín Vizcarra llevaba poco más de 13 meses en el cargo y la relación con el Congreso estaba marcada por las pugnas. Cinco meses antes, en diciembre del 2018, se realizó un referéndum impulsado por Vizcarra y cuestionado por la mayoría parlamentaria, sobre reformas de los sistemas político y de justicia.

La propuesta del referéndum había llevado a Vizcarra a presentar una cuestión de confianza al Congreso en setiembre del 2018, debido a que los parlamentarios se demoraban en aprobar los proyectos que debían ser sometidos a consulta popular.

Con Del Solar como sucesor de Villanueva, la ronda de diálogo con las bancadas se inició el 29 de marzo del 2019 con la oficialista Peruanos por el Kambio, y culminó la primera semana de abril. Luego de las reuniones, la mayoría de grupos legislativos no quiso adelantar si le otorgaría la confianza.

Cuando Del Solar se presentó ante el pleno, obtuvo un respaldo ajustado e inusual, pero no inesperado. Era solo el reflejo de la temperatura política del momento.

Dentro del Congreso, la bancada mayoritaria de Fuerza Popular enfrentaba también sus propios problemas: renuncias y pullas internas habían golpeado su solidez, pero permanecía gravitando en el Parlamento. Así, la bancada naranja no votó en bloque en el voto de confianza.

Ese Gabinete también vivió el pico más alto de los enfrentamientos entre el Ejecutivo y el Congreso (ver video). El escenario que le dejó a su sucesor, encabezado por Vicente Zeballos, fue atípico: llegó con la disolución del Congreso.

Zeballos, entre el interregno y el inicio de la pandemia

El Gabinete que lideró Vicente Zeballos desde el 30 de setiembre del 2019 no tuvo que pedir el voto de confianza dentro de los 30 días de haber asumido el cargo, ya que se encontraba en el periodo de interregno parlamentario.

Mientras Zeballos liderada la PCM, en el Congreso solo sesionaba la Comisión Permanente, la única que permaneció activa tras la disolución.

El nuevo Parlamento recién inició sus funciones en marzo pasado, en una coyuntura sumamente inusual, marcada por la pandemia del coronavirus y sus consecuencias: confinamiento obligatorio, trabajo remoto, crisis sanitaria y económica, entre otras.

Recién en mayo pasado, en medio del estado de emergencia y casi ocho meses después de suceder al Gabinete Del Solar, el liderado por Zeballos se presentó ante el pleno del Congreso para solicitar el voto de confianza. Este le fue otorgado con 89 votos a favor, 35 en contra y cuatro abstenciones.

La confianza le fue entregada con los votos a favor de congresistas de Acción Popular, Partido Morado, Somos Perú y Frepap. Las bancadas de Fuerza Popular, Frente Amplio y UPP votaron en contra tras una maratónica sesión que se extendió hasta la madrugada del 29 de mayo.

El marco legal

La Constitución señala que cada nuevo Gabinete Ministerial debe presentarse ante el pleno del Congreso para solicitar el voto de confianza dentro de los 30 días de entrar en funciones.

Textualmente, el artículo 130 dice: “Dentro de los 30 días de haber asumido sus funciones, el Presidente del Consejo concurre al Congreso, en compañía de los demás ministros, para exponer y debatir la política general del gobierno y las principales medidas que requiere su gestión. Plantea al efecto cuestión de confianza.

Si el Congreso no está reunido, el Presidente de la República convoca a legislatura extraordinaria”.

El reglamento del Congreso señala que la cuestión de confianza será sometida a votación en la misma sesión o en la siguiente. Si el pleno negara la confianza, todo el Gabinete tendría que renunciar de inmediato.

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