Martín Calderón

Las contrataciones de bienes y servicios que realizó el Congreso de la República en los últimos meses le abrieron un nuevo flanco para los cuestionamientos. Está en la mira cómo destinó los recursos públicos en la adquisición de servicios de bufet para los legisladores, la remodelación de las alfombras de su sede principal, el alquiler de una playa de estacionamiento para sus trabajadores, entre otras acciones.