La voz cantante de Ollanta: perfil de Hugo Carrillo
Fernando Vivas

Es un ekeko cargado de sorpresas, música y contrastes, empezando por su ‘perfil bajo’ de metro ochentaitantos y su indigenismo de ojos azules y ‘cáscara’ blanca, como él mismo se define palmoteándose los cachetes. Ojalá le dé fortuna al nacionalismo, que la necesita para concertar su despedida con la envalentonada oposición.

Su rollo es ‘full gran transformación’, pero con un toque pragmático que lo hizo quedarse en la ruta, quizá pensando –legítimamente– que más hubiera perdido para la causa alpaquera que dirigió desde Desco si se iba (entiende lo que quiero decir, pues aclara: “Ya lo he conseguido. Tenemos, por ejemplo, el banco alpaquero, con un capital para protegernos por las pérdidas originadas por el friaje”).

Hay otra razón de su permanencia. es un hombre del presidente, no lo duden. Ollanta lo invitó a postular por Huancavelica siendo apurimeño de Andahuaylas, y Ollanta le pidió ser candidato a la presidencia del Congreso. ¡Eso no lo sabía!, le digo. “Ahora lo puedo decir. Esa fue la primera conversación, fue un error no fortalecer esa candidatura. Pero en el grupo negociador se anunció que no había mucha posibilidad”. Mejor vocero que bonzo, ¿no? “Seguramente” [ríe]. ¿Tuvieron que convencerlo? “Tengo dos niños mellizos de 5 años, una familia, no es fácil manejar esto. La consulta del presidente fue, ‘mira, se viene una tarea difícil, estamos disminuidos, ¿puedes colaborar en este proceso?’. Dije que sí, siempre y cuando, tenga la votación mayoritaria en la bancada. La votación fue total”. 

Valga la ironía: justo en un asunto donde se esperaba que Nadine, jefa del partido, mande, el presidente llevó la batuta. El Perú nacionalista al revés.

¡SOY INOCENTE!
Carrillo está en pleno ‘crash course’ mediático. Lo percibo en sus silencios antes de contestar. Pero una vez que lo hace se deja ganar por la emoción. Lo asusto con Abugattás, pero él me asusta a mí. “Con él dialogo bastante. Sé que es un personaje especial, que tiene arranques que pueden generar una falsa percepción. El otro día dijo ‘a mí me da igual Cantinflas que Pinocho’. La prensa entendió que se refería a Ana Jara y Urresti. Él no lo pensó de ese modo [...] A veces yo tengo reacciones mucho más a la izquierda de Daniel”. ¡No nos asuste! [Reímos].

Además, en esta fase tienen que ser muy concertadores. “Sí, incluso al interior de la bancada, para hacer entender a quienes quieren hacerse un campito afuera, que tienen que ser más responsables con sus electores”. ¿No fue un exabrupto a lo Abugattás compararlos con los tránsfugas del 2000? “El método es el mismo, que a unos les ofrecen plata y a otros una candidatura a futuro, o un carrito para transportarse, actividades en su comunidad”.

Es un método usado por ambos, digo, y hacemos un incómodo silencio en nombre de todo lo que habrá hecho el nacionalismo para ganar previas mesas directivas.

Carrillo vuelve al tema del transfuguismo. “Pareciera un exabrupto, pero estoy preocupado porque eso no solo origina problemas en la bancada, sino que desprestigia al Parlamento. [...] El electorado vota por 3 grupos y luego aparecen 9. Todo eso nos lleva a un compromiso multipartidario por una reforma electoral”. ¡Eureka!, apareció un tema de fondo. Siga nomás, congresista. “Es lo más serio que debiera discutir el Parlamento. El sistema de representación ha colapsado. Una de las reformas que debiera procesarse ahora mismo es que se materialice el financiamiento de los partidos [...]. Queremos eliminar el voto preferencial, evitar la mercantilización de la política. En Huancavelica se entregan cajitas de fósforos en los procesos electorales, con un billete adentro”. Música para mis oídos en tierra de otorongos que se la pasan peleando. Invoco al son y al animal, porque acabo de ver en You Tube a Carrillo cantando el huaino “Otorongo”, una recopilación satírica recogida que incorpora dos palabras en español: “Soy inocente”. Es muy gracioso verlo gesticular y declamar con voz de pito la letanía fujimorista. Por supuesto que intenté hacerlo cantar, pero él no se olvida que está de vocero y tiene que pegarla de circunspecto.

DEMONIO FELIZ
Se hizo antropólogo en San Marcos a duras penas, con el dinero que le mandaba su madre a escondidas; pues el patriarcado andahuaylino no estaba para cuestionar identidades. Me cuenta su pequeña y jocoseria épica formativa: “Me expulsaron del colegio por leer un libro en quechua. Era un libro satírico sobre las vicisitudes de un cura amante, y la profesora me botó al escuchar las primeras frases [Declama en quechua y traduce]. ‘Qué pájaro es este pájaro que tiene dos buches y la frente partida y el cuello volteado’. Los niños me dijeron vámonos al bosque de los enamorados a leer tu libro. Desde entonces empieza mi interés por recopilar cosas curiosas, por imitar. [Intento que me dé un ejemplo, pero no atraca] Canto fiero, canto feo, canto fuerte”.

Le pregunto, para darme el gusto de oír la cita de Arguedas en boca de un andahuaylino, si se siente un aculturado: “No soy un aculturado y puedo decir que soy un demonio feliz”. “Que habla en indio y en cristiano”, completo la cita, y le lanzo una pulla: a usted le correspondía mejor una primera dama como Eliane Karp que como Nadine. “Nadine conoce a profundidad estos temas. En el caso de la otra señora, hay una visión gringa, artificiosa, utilitaria”.

Le encanta que Humala haya invocado a Arguedas en su breve discurso el día del desfile y confía en que va a triunfar la iniciativa ciudadana por la difusión del quechua en la educación básica [hasta hoy ha logrado que en la Ley Universitaria se permita que uno se gradúe con el quechua y el aimara como idioma adicional].

¿Qué va a hacer un demonio feliz de origen izquierdista en la bancada oficialista? Lo pico, recordándole que pudo ser un disidente como Verónika Mendoza. “Tengo una diferencia sustantiva con la izquierda peruana. La izquierda nunca entendió los procesos culturales en el país. A Arguedas lo expulsaron del partido por irse a bailar con los danzantes de tijeras. Para la izquierda, salvo el poder todo es ilusión. Los cantos tienen que ser los cantos a la revolución. La base económica lo determina todo. Si tú eres pasatista, indigenista, no cabes”.

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