(Gráfico: El Comercio)
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Diego Chirinos

El presidente de la República, , y el primer ministro concentran hoy, casi de forma exclusiva, la vocería del actual gobierno.

Por estrategia o por circunstancias, las dos figuras más importantes del Ejecutivo equiparan su peso político a la carga comunicacional de la gestión.

Todas las semanas, casi todos los días, el presidente y el primer ministro sientan posición sobre diversos temas de coyuntura. Vizcarra, por ejemplo, declaró durante los últimos siete días.

En contraste, a casi dos meses de la juramentación del Gabinete, aún no se identifican caras visibles que diversifiquen la vocería sectorial y el desgaste que esta conlleva.

—Caras nuevas—
Desde un inicio, al Gabinete Villanueva se le identificó como uno de rostros nuevos. Lo conformaban ex viceministros o funcionarios ministeriales de otro rango.

La mayoría no tenía experiencia o exposición a medios de prensa. Algunos de ellos reconocían estar, durante los primeros días, en procesos de media training.

“De algún modo eso empoderó más a Villanueva. El silencio o el perfil bajo de los sectores hizo más fuerte en términos de imagen a una Presidencia del Consejo de Ministros que ya lo era”, comenta el politólogo Carlos Meléndez.

Las apariciones de Villanueva se multiplicaron con el correr de la semanas. No fue así con el resto del Gabinete Ministerial.

“No solo no la buscan sino que se esconden. No sé si quieren más tiempo para entrenarse, pero tienen miedo de decir algo que genere problemas. El efecto [del retiro del ex ministro Daniel] Córdova puede haberles jugado en contra, además de la carga que tenían al ser desconocidos”, advierte el analista político Enrique Castillo.

Así, el empoderamiento de Villanueva se tradujo en cifras. El primer ministro suma al menos 12 entrevistas en medios de prensa, incluso por encima de las siete que ofreció el presidente Vizcarra.

—Cifras de contraste—
Quienes destacan dentro del grupo restante, David Tuesta (MEF) y Liliana La Rosa (Midis), han dado también una decena de entrevistas. Aunque, en ambos casos, la coyuntura apresuró su exposición.

Tuesta estuvo en el centro de la discusión de medidas tributarias, mientras La Rosa tuvo que explicar el retiro de la funcionaria Lesly Shica.

“Y cuando se expusieron, les enmendaron la plana o no dieron explicaciones del todo convincentes. Esto sin duda influye en el resto. Sorprende, por ejemplo, no ver en un rol activo a ministros como el de Transportes [Edmer Trujillo], o Energía y Minas [Francisco Ísmodes]”, sostiene Castillo.

Mientras el titular del MTC dio hasta ahora solo dos entrevistas, Ísmodes no se ha presentado ante medios en ese plazo. Tampoco lo hicieron José Huerta (Mindef)ni Raúl Pérez-Reyes (Produce). El último reemplazó a fines de abril a Córdova.

“El desencadenamiento de controversias sectoriales como una anunciada huelga magisterial debería decantar en un cambio. Ahora que vienen los temas calientes es cuando deben aparecer los voceros adicionales del gobierno”, remarca Meléndez.

De concretarse esa diversificación de la vocería, el presidente y el primer ministro evitarían, por ejemplo, el desgaste de marcar la pauta sobre temas tributarios, educativos, extractivos o de otra índole.

“Hoy los temas de la prensa o los reclamos de dirigentes están llegando directamente al jefe del Estado. En la situación benévola actual puede no notarse, pero podría agravarse”, concluye Castillo.

En los próximos meses se podría definir si se equipara la exposición o si el contraste dentro del Gabinete sigue en aumento.

(Gráfico: El Comercio)
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