El catedrático Silvio Campana plantea diseñar planes de desarrollo locales con metas para la zona de influencia de Las Bambas. (Foto: Difusión)
El catedrático Silvio Campana plantea diseñar planes de desarrollo locales con metas para la zona de influencia de Las Bambas. (Foto: Difusión)
Rocío la Rosa Vásquez

El abogado y catedrático universitario Silvio Campana analiza la situación en . Trabajó en la Defensoría del Pueblo y el Ministerio de Justicia, y ejerce como árbitro del Centro de Análisis y Resolución de Conflictos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).

— ¿Estamos frente a un problema entre comuneros y empresa en el que el Estado solamente hace de mediador?
El Estado no puede pretender actuar como mediador cuando su tarea es dar las condiciones para que los peruanos gocen de las mejores condiciones de vida. En el caso de Las Bambas las comunidades están reclamando mejores condiciones de vida. Esa no es una tarea de la empresa, por lo menos no exclusiva, pero sí del Estado.

— ¿Qué tiene que hacer el Estado donde hay actividades extractivas desde un comienzo?
Establecer a partir de indicadores de desarrollo humano, que ya existen, planes de desarrollo locales, lo que permitirá reducir la brecha con el dinero del canon. En el caso de Las Bambas el contrato establece que el dinero de la extracción aún no se revierte al Estado pues hay un periodo de gracia para recuperar la inversión. Pero sí hay un fondo de otras inversiones que debiera ser invertido por el Estado.

— ¿La reciente mesa de diálogo que encabezó el primer ministro Salvador del Solar debió instalarse antes?
Debió instalarse mucho antes, pero también hay que revisar ¿quién defiende a las comunidades?Se les expone a que tengan abogados [como los hermanos Chávez Sotelo], y ahora el Estado pretende echarles la culpa.

— ¿Las comunidades están huérfanas a la hora de negociar con las empresas?
Claro porque tienen que estar en el mismo nivel. No puede ser que la empresa tenga a un gran estudio de abogados, y además el aparato estatal apoyándolo porque hay una inversión de por medio, y los comuneros no tienen a nadie. Se podría crear un equipo para asesorarlos a través de los ministerios de Cultura y Justicia.

— Según fuentes de este Diario, en esa reunión se acordó el pago de S/15 millones por parte de la empresa a la comunidad de Fuerabamba. ¿Se soluciona así el problema de fondo?
No. El problema de fondo es mayor: mejorar las condiciones de vida de la gente.

— ¿Es solo un paliativo?
No se resolverá con una entrega de dinero. Es un traquilizante para el momento. Creo que el conflicto no se ha resuelto y probablemente hacia agosto haya una nueva escalada. Si es que se pretende entregar dinero como consecuencia del diálogo a esta comunidad, quedan más de treinta [comunidades] que empezarán a pedir dinero.

— El presidente de la comunidad dijo que el acuerdo debe ser ratificado por su comunidad. ¿Debió ir acompañado a explicar los términos?
Tendrían que haber ido quienes han estado en la mesa para decir ‘sí, nos estamos comprometiendo a esto”, y fijar metas claras porque este acuerdo no las tiene.