César Nakazaki
Jaime de Althaus

Tras haber participado la semana pasada en el interrogatorio a Jorge Barata en Sao Paulo, , el abogado de Ollanta Humala y Nadine Heredia comenta en esta entrevista los alcances que podrían tener estas nuevas revelaciones.

— Las declaraciones de Barata han sido un verdadero terremoto. Casi todos están involucrados y esto es potencialmente peligroso incluso para la propia democracia. Entonces, es importante establecer hasta qué punto las donaciones de Odebrecht a las distintas campañas constituyen o no delito, si hay o no hay lavado de activos, porque en el Perú las donaciones electorales no son delito y siempre grandes empresas han donado a varios candidatos en todas las elecciones, ¿no es cierto?
Las donaciones anónimas, informales, no son delito, son una regla en el sistema electoral peruano. Las grandes empresas a lo largo de la historia no aparecen registradas como donantes. Y es lógico, Barata explicaba que eso no es delito, y le preguntan, “entonces, ¿por qué no dona con nombre y apellido?”. Porque si dona con nombre y apellido, automáticamente queda prohibido de contratar con el Estado; entonces, mi donación significaría mi suicidio.

— Y el propio partido político que recibe la donación no quiere divulgar que ha recibido el aporte de una gran empresa o de una empresa extranjera.
Así es. Al donante no le interesa que lo conozcan y quien recibe la donación, que es el partido político, tampoco. Entonces, lo que hay es un sistema informal y deficiente.

— La diferencia en este caso es la participación masiva y grosera del Estado Brasileño y empresas brasileñas financiando campañas. Y se afirma que habría lavado de activos, porque estos fondos provendrían de la División de Operaciones Estructuradas (la ‘caja 2’), que se supone es dinero ilegal. ¿Lo es?
La fiscalía peruana dice que hay un delito de lavado de activos porque esto proviene de la corrupción que a niveles increíbles se produjo en Brasil. Pero la pregunta es, ¿ilegal por la finalidad o ilegal por el origen? Si yo, con mi dinero, salgo a la calle y soborno a un policía, el uso que le doy a mi dinero es ilegal, pero el origen no, porque es fruto de mi trabajo como abogado. Ese es el gran defecto del Caso Lava Jato en el Perú y en Brasil. Todos se han preocupado de quién sobornó, a quién sobornó, pero el que sobornó ¿de dónde sacó la plata?, ¿de Operaciones Estructuradas? Muy bien, pero ¿qué dinero ingresaba a Operaciones Estructuradas? Lo que ha dicho Marcelo Odebrecht y han explicado los ejecutivos encargados de esto era que eran ajustes tributarios. Se buscaban países donde el régimen tributario permitía hacer elusiones tributarias, lo que no es delito.

— Pero ese dinero podría haber salido también de sobreprecios en las obras...
Tendrías que establecer, por ejemplo, que en Guatemala hubo puentes que debieron costar cien y han costado un millón, pero eso no hay. Lo que mejor ha trabajado Brasil son los sobornos a Petrobras, pero el dinero de esa corrupción no ha venido para acá.

— ¿Pero no ha llegado acaso a la División de Operaciones Estructuradas?
Pero esa división tenía muchas fuentes.

— Por eso mismo, y siendo un fondo fungible, si algunas fuentes son delictivas, todo el fondo se contamina…
Lo que se ha establecido es lo dicho por Marcelo Odebrecht, que habla de ajustes tributarios, lo que jurídicamente conocemos como elusión tributaria.

— Bueno, pero eso es la versión de parte...
Pero que es la que se ha recogido en las sentencias, porque en las sentencias no ha habido interés en profundizar el origen. En este caso prima la lógica de corrupción, y en la corrupción no se analizan el origen del dinero del corrupto, sino, solamente, a quién ha corrompido. Y como todo es corrupción, entonces, todo es delito, pero si quieres que el corrupto sea un lavador tienes que probar el origen delictivo del dinero. En Brasil, Odebrecht discutía, “mis obras no tienen sobreprecio, quiero hacer peritajes sobre ese tema”, y el juez Moro decía: “No, este es un contexto de corrupción, todo acá es corrupción y como todo es corrupción, hay lavado de activos”. Esa ecuación... De acuerdo con la organización, el dinero de Operaciones Estructuradas se generaba en otra área que se llamaba Área de Generación de Recursos, que estaba a cargo de [Marcos] Grillo...

— Habría que citar a Grillo, a Gilberto Silva, quien era el jefe de Operaciones Estructuradas, a [Fernando] Migliaccio. De otro lado, si un candidato recibe tres millones de dólares y ese dinero no se declara ante la ONPE, eventualmente se disfraza a través de falsos aportantes, y parte se destina a otros fines que no tienen que ver con la campaña, comprarse una casa o lo que fuese, ahí hay otros delitos...
Pero no lavado de activos. Tienes que probar el origen delictivo. Si revisas las disposiciones con las que se inician las investigaciones, dice textualmente: “delitos de corrupción generados en Brasil”. ¿Pero entre quiénes?, ¿fue Odebrecht con Migliaccio?, ¿fue Odebrecht con Palocci?, ¿fue Odebrecht con Petrobras?, ¿fue Odebrecht con quién?, ¿cuál es la actividad delictiva? No, yo solo voy a informar que todo es corrupción. Bueno eso no sirve, tú tienes que probar la actividad criminal y cómo esa corrupción generó recursos ilícitos a Odebrecht. He trabajado las sentencias de Odebrecht, las sentencias de Palocci, de Migliaccio; es más, hemos buscado al estudio de Leonardo Massud en Brasil para analizar qué se ha probado en Brasil, y hasta ahora no vemos que haya una prueba clara que diga “todo salió de la ‘caja 2’” ni qué plata ingresaba a esa caja.

— El receptor a su vez, según la ley, debe saber o presumir el origen ilícito de los fondos…
Hay que analizar los hechos de acuerdo con el contexto. Cuando a Barata se le pregunta qué era Odebrecht en el 2011 en el Perú, respondió que era la mejor empresa. Si a mí me llama Dionisio Romero y me dice: “Te voy a dar tres millones en un maletín”, es evidente que es informal, sí; puedo presumir también que no es legal, pero que es delictivo, que proviene del narcotráfico, de la extorsión, de Dionisio Romero no lo voy a pensar.

— Barata ha dicho que les dio un millón de dólares a Jaime Yoshiyama y a Augusto Bedoya. ¿Allí tampoco habría lavado de activos?
Hay que diferenciar donaciones electorales de inversiones que se terminan convirtiendo en corrupción o colusión desleal. En el caso de Fuerza Popular, el tema es que ellos no fueron gobierno, o sea, cuál sería la especulación de la inversión respecto a qué obra pública. Si esto queda en donaciones electorales, no es delito, es una infracción administrativa que debe llevar a que se cambie un sistema electoral completamente informal.

— Según la ley, el delito de lavado de activos, para que se cometa, tiene que tener la finalidad de evitar la identificación del origen…
Es correcto. Inicialmente, el resultado del delito era crear un título de aparente legalidad de un bien obtenido mediante delito, y ahora se ha convertido en la finalidad. De repente no llego a construir ese título de legalidad aparente, pero la finalidad de mis operaciones era lograrlo. Darle una apariencia de licitud para que tú puedas disfrutar de lo que se obtiene de manera ilícita.

— En estos casos, el dinero que entra no se informa a la ONPE y se disfraza en polladas o falsos aportantes. O sea, se oculta el origen…
Tú ocultas al donante informal, o sea, yo simulo unas operaciones, simulo unos contratos para ocultar. La simulación no es legal ni ilegal, depende para qué se usa. La simulación es una figura permitida en el Código Civil. Si la simulación la utilizo para ocultar un delito, entonces la simulación va a ser la prueba del delito. Pero si la simulación la utilizo para ocultar un hecho que no es delito, o es una infracción administrativa o no es nada. Entonces, por eso lo importante es cuál fue el origen del dinero de los donantes, si fue la minería ilegal, por ejemplo. Pero si la donación salió de mi actividad pesquera, industrial, perfecto. Si me quieren apoyar los bancos, pero no quiero que aparezcan, entonces simulo diez cocteles, pero quien en realidad me da el dinero es el grupo propietario de tal banco. ¿Hay una simulación? Sí, porque no existieron los cocteles, pero lo oculto no es ilegal.

— Pero, entonces, si es difícil demostrar el origen ilegal de estos fondos de Odebrecht, todos estos casos deberían caerse. Por ejemplo, ¿qué está pasando con la investigación a Keiko Fujimori por lavado de activos?
Están prolongando la investigación casi de manera ilegal. Y le han dado el carácter de organización criminal. Es absurdo. La fuerza política más importante del Congreso y que funciona dando leyes sería una organización criminal. Tendría que dejar de funcionar. Yo lo que aprecio es que justificadamente hay una indignación social y una necesidad de justicia tan grande en estos casos Lava Jato que los operadores de justicia empiezan a cometer errores.

— ¿Qué hacer para, digamos, formalizar todo este sistema de aportaciones, el financiamiento privado de las campañas, prohibir el financiamiento ilegal? ¿Qué se puede hacer?
Si queremos mantener el financiamiento privado, este tiene que ser transparente, debe ser público, y deben sincerarse los niveles de la aportación. Y si mi aportación como empresa va a significar que yo no puedo realizar actividad empresarial con el Estado, es imposible. Hay que poner responsables que sean los que vigilen en el partido que el dinero sea limpio, pero también hay que crear un sistema que sea realista. Las empresas no pueden morir por aportar: si usted ha aportado un millón de soles a una campaña y todos sabemos que usted ha aportado ese millón, usted va a tener que ser doblemente cuidadoso, doblemente diligente, eso me parece más realista.

— El problema es que la ley que ha sido aprobada recientemente por el Congreso prohíbe las aportaciones de las empresas.
Eso es totalmente irrealista. Bueno, pero si mañana, renglón seguido, el Estado te va a financiar, es otra cosa…

— Pero tampoco te va a financiar, el Estado te va a dar una financiación muy pequeña y no para las campañas.
Si no queremos financiamiento público total, debería darse una legislación de sinceramiento.

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