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Cecilia Valenzuela

Hace siete años, el Movadef puso en circulación el pasquín “Periódico Marxista, Leninista, Maoísta, Amnistía General”. Ayer, la Sala Penal Nacional dijo que ese pasquín realiza apología al terrorismo. La sala ha necesitado siete años para interpretar el artículo 36, inciso 2, del Código Penal, y aun así no ha fallado frontalmente contra la publicación senderista, lo ha hecho rechazando la solicitud de archivamiento de la denuncia que plantearon los directores fundadores del pasquín, denunciados en diciembre del 2010 por la procuraduría contra el terrorismo.

El pasquín se vende en las calles desde el 12 de octubre del 2010. La policía se dio cuenta ese mismo día cuando observó que se ofrecía a los asistentes a una marcha que iba al Congreso. En la página central del periódico del Movadef, los senderistas desplegaron un reportaje “especial” en el que se decía que “el Dr. [Abimael] Guzmán es el más grande intelectual, filósofo, científico, marxista, leninista, maoísta de nuestra época”.

La Dircote estaba atenta. Desde un tiempo atrás escuchaban las conversaciones telefónicas del cabecilla senderista ‘Artemio’. Lo habían grabado mostrando su disposición de subordinarse a Guzmán, Elena Yparraguirre y al Movadef, refiriéndose expresamente a su secretario general, Manuel Fajardo. Después, cuando ‘Artemio’ fue capturado, la Dircote obtuvo testimonios que aseguraban que el terrorista se reunió cerca de Aucayacu, en Huánuco, con Fajardo y Alfredo Crespo, cabecillas del Movadef. Los testigos sostienen que fueron a pedir apoyo económico para continuar con su organización.

Ya en febrero del 2010 la Dircote había accedido al documento “Acerca del informe sobre situación actual del movimiento y su perspectiva”. Eran tres hojas que el personal del INPE de la Base Naval había incautado al abogado de Guzmán y personero legal del Movadef, Carlos Gamero, cuando este iba a visitarlo. Era un resumen sobre cómo se estaba organizando el Movadef y el abogado se lo llevó a Guzmán para que lo revisara.

Un mes después, el INPE incautó a internos por terrorismo de la cárcel de Arequipa el documento “Impulsar el movimiento contra la oposición burguesa”, que detallaba las consignas que el Movadef debía aplicar para contrastar a los que se oponían a su inscripción como partido.

Toda la organización estaba trabajando en el diseño programático del Movadef. Y cuando el Jurado Nacional de Elecciones negó su inscripción, la Dircote detectó una llamada que, desde la cárcel, Obdulia Trujillo, miembro del Comité Central de Sendero Luminoso, hizo a Crespo, ordenándole que redactara una apelación a la decisión del JNE y se la llevara a Guzmán para que la revisara. La llamada fue a fines de noviembre del 2011. Crespo y Fajardo fueron a la Base Naval del Callao el 2 de diciembre.

El entonces coronel de la Dircote Marco Lara reunió la documentación que esa unidad acumulaba desde 1993 y ordenó las pruebas que le servirían para demostrar que el Movadef no era otra cosa que Sendero Luminoso.

La inquina que reinó en la policía y FF.AA. durante el gobierno de Ollanta Humala manoseó el trabajo que con eficacia habían realizado los buenos policías especializados en lucha contra el terrorismo. El todopoderoso viceministro Iván Vega se apropió de lo que en el 2014 se conoció como operación Perseo; la ejecutó mal y los cabecillas del Movadef fueron liberados. Pero la esencia y legalidad de la investigación, y las pruebas de la dependencia y complicidad entre SL y el Movadef son irrefutables.

La Tercera Fiscalía Superior Penal está obligada a reordenar los documentos y formular la acusación contra los nuevos senderistas. Fajardo, Crespo, Alberto Mego y Oswaldo Esquivel, fundadores del Movadef y editores de “Periódico Marxista, Leninista, Maoísta, Amnistía General”, serán procesados por apología. Sus compinches más jóvenes, los que llevan la voz y el pensamiento asesino de Guzmán a los sindicatos, colegios y universidades bajo la tapada del Movadef, también deben ser castigados.

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