Elecciones del 2016: ¿Cómo pinta la campaña presidencial?
Elecciones del 2016: ¿Cómo pinta la campaña presidencial?
Álvaro Arce

En el atletismo, un buen arranque puede significar la milésima de segundo que un corredor necesita para ganar la medalla de oro. En las recientes elecciones presidenciales que ha vivido el Perú, en cambio, esta ventaja se ha convertido en una especie de maldición. 

La foto del final nunca fue la misma que la del principio. Un giro del destino que conocen bien Lourdes Flores Nano y Luis Castañeda Lossio. Pese a que estuvieron a la cabeza desde el saque en intención de voto durante los procesos del 2006 y el 2011, respectivamente, fueron incapaces de superar la primera vuelta. 

Esta vez Keiko Fujimori es la que intenta romper con la maldición del favorito por adelantado. En su favor juega que le saca una distancia del doble a su más cercano rival, Pedro Pablo Kuczynski. En su contra, que hay todavía un importante caudal de indecisos, donde tiene fuertes anticuerpos. 

La candidata de Fuerza Popular tiene el 37% de las preferencias para las , seguida por el ex ministro de Economía, con 18%, según el reciente sondeo de Datum. Muy por detrás, en el pelotón aparecen Alan García (8%) y Alejandro Toledo (5%). El ex presidente regional de La Libertad César Acuña les pisa los talones con 4%. ¿Es solo un espejismo o ya es posible anticipar lo que ocurrirá en la meta? 

Medida preventiva 
Distintos expertos consultados para esta nota coinciden en que las encuestas, cuando falta poco menos de seis meses para que los peruanos acudan a las urnas, sirven más como mediciones de la temperatura coyuntural, del humor político del momento, que como elementos predictivos del resultado final. Los que sacan mayor provecho de ellas, sostienen, no son los ciudadanos de a pie, sino los propios candidatos. 

“La información les resulta útil para calibrar sus estrategias y redirigir ataques contra sus adversarios. El tono de la campaña, conforme se vaya calentando, puede alterar el cuadro final”, precisa Giovanna Peñaflor, directora de la empresa de investigación de mercados Imasen. “Cada proceso es único e irrepetible”, es el axioma que rige su criterio. Parece convencida, también, de que la carrera hacia Palacio de Gobierno depara inesperados virajes. 

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