¿Quién gana si salen Guzmán y Acuña?, por Erick Sablich

El Jurado Electoral Especial Lima Centro 1 (JEE) decidió ayer de manera sorpresiva (y contradictoria con una resolución previa suya, pero ese es una tema aparte) que la candidatura presidencial de Julio Guzmán ya no va. 

También resolvió que César Acuña sea excluido del proceso electoral por entregar dinero en actividades proselitistas, lo que está prohibido por la Ley de Partidos Políticos. 

Fuera de ‘felicitarnos’ por la madurez institucional del país y ‘agradecer’ a las autoridades electorales por contribuir con unos comicios predecibles y libres de cuestionamientos, vale la pena analizar qué candidatos pueden crecer con las salidas de Julio Guzmán y César Acuña, quienes suman alrededor de una cuarta parte de las preferencias (18%Guzmán, 6% Acuña) según la encuesta de Ipsos para El Comercio (a la que aludiré en este artículo) de febrero. 

Y es que, salvo nuevo efecto dramático por parte del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) – que fallará en última instancia en estos casos–, los precedentes y la lógica indican que este confirmará el criterio del JEE. Empecemos por los posibles herederos de Guzmán, que serían principalmente PPK y Alfredo Barnechea. 

En la tienda de PPK, quien pasó de 13% a 9% de enero a febrero, deben suponer que sin la ‘ola morada’ en la ecuación su candidato podrá recuperar el segundo lugar: la creencia es que Julio Guzmán ha subido básicamente a costa de PPK. 

Eso pudo ser cierto cuando Guzmán pasó del rubro ‘otros’ al 5% en enero, pero parte del último descenso de PPK se explica porque cayó 21 puntos en el sector AB en un mes. Si bien en el B Guzmán creció 9 puntos, Alfredo Barnechea es quien ha irrumpido con más fuerza en el AB. Barnechea pasó también de ‘otros’ a 4% de intención de voto en febrero, y justamente alcanzó 21% de aceptación en dicho segmento. 

En otras palabras, el decrecimiento de PPK se explica más por la subida de Barnechea que la de Guzmán, y el acciopopulista capitalizaría mejor los votos que deja Julio Guzmán  en el AB. 

Kuczynski, sin embargo parece estar mejor posicionado para acoger a los simpatizantes de Todos por el Perú del sector C, donde Barnechea aún no ha despegado. Tiene la oportunidad, además, de reenganchar con la región sur, donde cayó 22 puntos en el último mes, mientras que Guzmán creció 24 puntos. 

Lo que queda del apoyo a César Acuña, de otro lado, probablemente termine benefciando principalmente a Keiko Fujimori, sobre todo en los sectores D y E, donde el ex gobernador era más fuerte. 

Alan García también podría recoger un porcentaje menor de los votos de quienes apoyan a Alianza para el Progreso. Esencialmente en la región norte y en los sectores B y C. 

Ahora bien, más allá de las tendencias de trasvase de votos que revelan las encuestas es claro que en este proceso la población está buscando desesperadamente rostros nuevos, con independencia de su ideología. La novedad vino representada primero por César Acuña y luego por Julio Guzmán. 

Bajo esta lógica, que no sorprenda ver un crecimiento en la intención de voto de Alfredo Barnechea y Verónika Mendoza antes que en la de los candidatos del establishment. Estos últimos tendrán a su favor maquinarias políticas más afiatadas, pero tendrán que luchar contra el rechazo que suscita la clase política. 

Y así, quienes celebran la salida de Julio Guzmán de la contienda pronto podrían suspirar agobiados por la llegada de su sucesor.

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