El voto fujimorista y su evolución en los últimos años
Martín León Espinosa

Desde que renunció a la presidencia, en noviembre del 2000, ya pensaba en volver al poder.

En una conversación que Carlos Raffo tuvo con El Comercio en el 2010, cuando era congresista y cercano colaborador del ex mandatario, contó que Fujimori lo llamó unos días después de dimitir para solicitarle que lo ayudara en su proyecto de regresar al país y hacer resurgir el fujimorismo.

Han pasado casi 16 años de eso, pero el fujimorismo todavía no ha vuelto a gobernar. Sin embargo, con el paso de los años poco a poco ha recuperado y ha ganado terreno en la política. Ya no con Alberto Fujimori a la cabeza, sino con su hija Keiko como lideresa de la agrupación.

apareció por primera vez como candidata en las elecciones del 2006, cuando su padre estaba detenido en Chile. Ella postuló al Congreso y fue la más votada del Perú.

En esos comicios no fue candidata a la presidencia porque tenía 30 años y no cumplía con la edad mínima para postular al cargo (más de 35 años), pero fue el motor electoral que ayudó al fujimorismo a que lograra 13 escaños en el Parlamento.

Actualmente, Keiko Fujimori disputa su segunda elección como candidata presidencial. En la del 2011 obtuvo 23,55% de los votos válidos en la primera vuelta. Quedó segunda, detrás de Ollanta Humala, con quien además perdió la segunda vuelta.

En los comicios del mes pasado, ganó la primera vuelta con 39,86%, superó por casi 19 puntos a Pedro Pablo Kuczynski (Peruanos por el Kambio).

Además, Fuerza Popular, como se llama el partido fujimorista desde el 2012, es el principal grupo político del país. En el actual Congreso, son la primera minoría, con 34 parlamentarios. Y en el próximo Parlamento tendrán 72 o 73 legisladores, números a los que no llegaron ni siquiera en las elecciones de 1995, en el apogeo de Alberto Fujimori.

Para el analista político Fernando Tuesta, entre las razones del crecimiento electoral del fujimorismo, están el aumento de su voto duro y “el trabajo extremadamente planificado para crear un aparato partidario, sostén de la campaña”.

A diferencia de Alberto Fujimori, que postuló a la presidencia por distintos grupos fujimoristas, Keiko ha concentrado a sus partidarios en Fuerza Popular. En tanto, el politólogo Arturo Maldonado señaló: “Desde el final de la elección pasada, Keiko sabía que su tarea, más que construir un partido, era desarrollar presencia geográfica, no imitando, pero sí siguiendo el ejemplo del padre; es decir, una presencia física y real en el campo”.

Tanto Tuesta como Maldonado consideran que el factor tiempo, así como el desempeño de los últimos gobiernos, han jugado a favor del fujimorismo. Según los analistas, hay un recuerdo positivo del decenio fujimorista en comparación con los gobiernos que le siguieron. Esto pese a los pasivos de Alberto Fujimori, como la corrupción.

Para el analista político Carlos Tapia, Keiko Fujimori supo comprar “la propaganda a favor y en contra” de lo que hizo su padre y, en base a eso, “comenzó a organizar el fujimorismo de otra forma”.

Tapia recalcó que, además de organizar un partido institucionalizado, Keiko ha renovado el fujimorismo. “Está avanzando por ganar votos, pero asumiendo compromisos que jamás los hubiera asumido, por ejemplo, Martha Chávez”, dijo.

“Los fujimoristas se están adaptando a los tiempos. Igual a lo que le sucedió con la izquierda en los ochenta”, acotó Tapia.

Los analistas sí difieren sobre si el fujimorismo ha llegado a su pico, considerando que también tienen un fuerte antivoto. Para Maldonado sí es su límite. Tuesta dice que dependerá de si ganan o no la elección.

MÁS EN POLÍTICA:

¿Cómo deben afrontar Keiko y PPK los debates que se vienen? (vía ) — El Comercio (@elcomercio)