SEBASTIAN ORTIZ MARTÍNEZ (@Shebas07) Redacción online
El diálogo entre el Gobierno y las fuerzas políticas para establecer una agenda, a fin de reforzar la economía peruana ante los primeros efectos de la crisis internacional, la estrategia de seguridad ciudadana y los programas sociales, comenzó ayer sin la presencia del presidente de la República, Ollanta Humala.
Para el politólogo Carlos Meléndez la ausencia de Humala Tasso “le quita peso político” a estas reuniones y “no provoca confianza” en la ciudadanía ni en el empresariado.
“La imagen sigue siendo la misma: un presidente que desconfía de los políticos, que se siente cómodo practicando calificativos sobre ellos en algún mitin en alguna provincia o ante un periodista extranjero, pero incapaz de dar la cara en un diálogo franco teniendo a sus opositores al frente, manifestó en comunicación con elcomercio.pe.
En esa línea, consideró que el nacionalista sigue siendo un presidente que desconfía y que “aún no termina de graduarse de estadista”.
El analista Fernando Tuesta opinó que si el diálogo fue convocado desde Palacio de Gobierno, Humala “no puede desatenderse” de este y enviar a un debilitado primer ministro, Juan Jiménez Mayor, a poner la cara. “Su presencia iba a llevar a que los líderes de los partidos estén presentes y no solo los dirigentes, cuyo nivel de influencia es débil”, agregó.
Criticó que el mandatario no haya aprovechado esta oportunidad para tender verdaderos lazos de unión y cuestionó su actitud al enviar a la ex presidente Alan García y ex candidata Keiko Fujimori a llamar por teléfono a Jiménez Mayor. “Ese tipo de palabras no contribuyen a nada (…) La figura central del Gobierno es el presidente, el primer ministro es una figura importante, pero no suplanta al jefe de Estado, dijo.
HUMALA DEBE FIRMAR ACUERDO Tuesta consideró que un equipo técnico debe realizar un acuerdo con los puntos comunes una vez que concluyan las reuniones del Gobierno y los partidos.
Este documento, añadió, debe ser firmado por Humala y por los líderes principales de los partidos, es decir, los ex jefes de Estados Alan García y Alejandro Toledo así como las ex candidatos presidenciales Keiko Fujimori, Lourdes Flores Nano.
El politólogo advirtió que el Ejecutivo debe evitar suscribir compromisos con 20 o 25 movimientos, sino valorar a los partidos que son más representativos y tienen mayor peso político que otros. No es lo mismo llegar a un acuerdo con García y Toledo que con partidos chiquitos que apenas tiene representación. Este acuerdo no puede reunir a todo el mundo, porque lo desdibuja”, refirió.
JIMÉNEZ, EL GRAN BENEFICIADO El gran beneficiado con el diálogo entre el Gobierno y los partidos políticos, incluyendo las fuerzas de oposición, es el jefe del Gabinete, Juan Jiménez Mayor, coincidieron Tuesta y Meléndez.
“Antes de las reuniones era un primer ministro precario. El diálogo no lo está manejando mal y ahora se tiene que ver si estas citas van a tener el efecto deseado (para el Ejecutivo)”, expresó el ex jefe de la Oficina Nacional de Proceso Electorales (ONPE).
Mientras que Meléndez señaló que el diálogo le permite a Jiménez moverse en la arena del gesto político, de la foto. “No creo que salga nada sustancial de este esfuerzo, pero al menos se habrá corregido en algo los malos modales que ha primado entre el Ejecutivo y la oposición”, acotó.