El senderista Florindo Flores Hala, alias camarada Artemio, estaba obsesionado con eliminar el trabajo de las brigadas de erradicación de la hoja de coca, materia prima de la cocaína, dijeron testigos en el juicio abierto en su contra.

La sala que lo procesa escuchó los testimonios de dos policías que interceptaron las comunicaciones radiales de Artemio con otros cabecillas senderistas en la zona del Alto Huallaga, una de las regiones con alto cultivo de hoja de coca y donde el ministerio del Interior lleva a cabo la erradicación, a través del Proyecto Especial de Reducción y Control de Cultivos en el Alto Huallaga (Corah).

Rodolfo García Tarazona, uno de los dos testigos de la Policía Nacional del Perú en la audiencia, dijo que escuchó el interés de Artemio por acabar con los integrantes del Corah y que era muy obsesivo el tema del ataque a este programa de erradicación de la hoja de coca.

Añadió que el senderista autorizó al camarada José a mover la columna subversiva que dirige para atacar a los coreanos, como se llama popularmente a los integrantes del Corah.

‘Artemio’ es procesado por los delitos de terrorismo, narcotráfico y lavado de activos en la base naval del Callao, donde está recluido desde su detención hace un año, y afronta la cadena perpetua por esos cargos.