Con el fantasma del indulto a Fujimori rondando en los pasillos del gobierno y la posibilidad de tener a ms ex mandatarios presos- conviene recordar la figura de Augusto B. Legua, el primer presidente en padecer prisin y el nico que ha terminado sus das ah. Porque en los casi 200 aos de historia del Per republicano, varios presidentes han sido derrocados, secuestrados, deportados en pijama y hasta asesinados en actos pblicos, pero que hayan cumplido prisin regular solo se conoce a dos: Augusto Bernardino Legua y Alberto Fujimori.

Los historiadores encuentran algunas semejanzas entre ellos hay un paralelismo innegable, si se atiende a los hechos y tambin diferencias radicales en sus formas de gobernar y los frutos de sus regmenes. Sus encierros hasta ahora desatan pasiones. En el caso de Legua, la polmica persiste pese a haber fallecido hace 85 aos en un hospital del Callao luego de haber sufrido crcel en la Penitenciara de Lima o Panptico (en lo que hoy es el Centro Cvico).

Ambas figuras tienen un parecido. Entraron con apoyo popular, gobernaron con mano dura, buscaron reelegirse en ms de una oportunidad y cayeron luego de una segunda reeleccin. Si Legua no hubiera ido a esa reeleccin, habra salido pobre de Palacio, pero no preso, afirma la historiadora Mara Delfina lvarez Caldern, autora de El saqueo olvidado: asalto a la casa de Augusto B. Legua. La diferencia, dice la estudiosa, es que Legua no mand matar aunque deport a varios, como Vctor Ral Haya de la Torre y Jos Carlos Maritegui, mientras que Fujimori cumple condena por crmenes de lesa humanidad, ratificada en todas las instancias. Uno est en una crcel dorada, mientras que el otro fue tratado de forma inhumana.

La coyuntura invita a revisar la ola que se genera en torno al alguna vez llamado Jpiter Presidente, Gigante del Pacfico o Wiracocha, cada vez que el fujimorismo se alza a favor de un indulto humanitario para su lder (que ltimamente viene seguido de un sospechoso guio del oficialismo como parte de un posible clculo poltico). Es de notar, adems, la indita circunstancia histrica actual de tener a un ex presidente sentenciado y preso, uno con orden de captura (Alejandro Toledo) y otro cuyo futuro legal luce negro, como es el caso de Ollanta Humala. Acaso los peruanos podran tener a tres ex gobernantes cumpliendo condena? Lee la nota completa este sbado en Somos.

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