MARIO MEJÍA MARÍA LUISA SERRA

Santa Cruz/Lima. El ministro de Relaciones Exteriores, Rafael Roncagliolo, aseguró ayer que no se opone al funcionamiento de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la OEA. Pero, contrariamente, reafirmó su apoyo a la propuesta de cambiar el estatus a estos grupos de trabajo, lo que termina debilitando la libertad de expresión.

“Lo que el Perú sostiene es que, así como esta relatoría despliega una importante labor, queremos que las otras sean atendidas por la OEA. No queremos que se recorte el presupuesto a ninguna comisión, sino que se atienda a todas”, declaró en la ciudad de Santa Cruz, Bolivia.

La propuesta de que todas las relatorías tengan la categoría de especiales fue aceptada en consenso el lunes pasado en Guayaquil. En esa ciudad se realizó la reunión de los países miembros del Pacto de San José, convocada por la Unasur, cuya secretaría la ocupa el Perú.

La iniciativa fue lanzada por el presidente de Ecuador, Rafael Correa.

Gonzalo Zegarra, presidente del Consejo de la Prensa Peruana, cuestionó la adhesión de Roncagliolo a la proposición ecuatoriana.

Señaló que esa idea, primero, tiene un error conceptual: “Si todas son especiales, entonces ninguna lo es. El carácter de especial supone una singularidad. La propuesta generaría que estas características especiales se pierdan”, dijo. La única que tiene este nivel es la de Libertad de Expresión.

Agregó que, para él, la anuencia de Roncagliolo a la iniciativa de Correa no es más “que una manera muy sutil de secundar la posición de Ecuador”.

Zegarra agregó que con esta acción el canciller “no parece tener un mensaje consistente”, respecto al que dio a los organismos defensores de la libertad de expresión. Roncagliolo no dijo que apoyaría estos cambios.

Pero eso no es todo. El ministro de Relaciones Exteriores fue más allá que el mandatario del país vecino. Durante su intervención en Guayaquil, planteó además que las relatorías no reciban donaciones voluntarias, sino que se limiten a los aportes de la OEA. Y la única relatoría que cuenta con ese tipo de aportes, coincidentemente, es la de Libertad de Expresión.

DARÁ EXPLICACIONES La anuencia de Rafael Roncagliolo a esta iniciativa contra la libertad de expresión le costará una citación ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso para dar explicaciones.

El presidente de este grupo de trabajo, Víctor Andrés García Belaunde, afirmó que el canciller será convocado en dos semanas, después de Semana Santa.

“El Perú no hace bien en seguir los dictados ni los intereses del presidente Correa en sus campañas para someter o disminuir a los órganos de prensa. En realidad, se trata de una intervención asolapada con el ánimo de disminuir las atribuciones que tiene la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión”, manifestó.

El también miembro de esta comisión Carlos Bruce calificó de inexplicable el respaldo del Perú a esta proposición. “No tenía por qué darse esto, salvo que en los altos niveles del Gobierno Peruano en el fondo tengan el mismo pensamiento con respecto a la prensa que el presidente Correa”.