MARIO MEJÍA HUARACA

La verdad siempre termina abriéndose paso. El largo proceso judicial iniciado hace 10 años por el entonces congresista Jorge Mufarech Nemy contra el director de El Comercio Alejandro Miró Quesada Cisneros y el periodista Alí Alava Merino se ha cerrado definitivamente. La Corte Suprema acaba de confirmar la inocencia de ambos.

En efecto, la Sala Penal Transitoria confirmó, en tercera y última instancia, la absolución de Miró Quesada y Alava en los supuestos delitos de calumnia y difamación que les imputó quien fuera ministro de Trabajo del gobierno de Alberto Fujimori.

Mufarech los querelló en agosto del 2002, a raíz de la publicación de un informe de nuestra Unidad de Investigación [que en esa época integraba Alava Merino] relacionado con la importación de Chile de un auto Jaguar en 1997, que adquirió el ex congresista de Perú Posible.

Basado en documentos llegados desde Chile, Alava publicó la investigación que recogía la existencia de elementos que hacían suponer que en la importación del vehículo se habrían cometido delitos de defraudación de rentas de aduana y contrabando.

Mufarech adujo que el caso del Jaguar ya estaba cerrado judicialmente y que la nota afectaba su honor. Exigió una reparación de US$50 millones.

El caso pasó por distintas instancias judiciales y en todas ellas se fue demostrando que El Comercio no había mellado el honor de Mufarech y solo había cumplido con su deber de informar sobre un caso de interés público. El denunciante interpuso sucesivamente una serie de recursos que fueron alargando el proceso.

La última acción de Mufarech se dio en julio del 2010, cuando presentó un recurso de nulidad contra la sentencia de la Segunda Sala Penal Superior que había absuelto a Alejandro Miró Quesada y Alí Alava en segunda instancia.

Ahora la Sala Suprema Penal Transitoria ha vuelto a dar la razón a El Comercio, al declarar que no hay nulidad en la sentencia que dictó la sala superior.

En su resolución, el tribunal afirma que el informe periodístico de El Comercio no constituye difamación porque “no se advierte la intención de lesionar el honor del querellante”. Agrega que lo que se hizo fue consignar una investigación documentada sobre un hecho de interés público.

La resolución agrega que “tampoco se advierte frase alguna en la que los querellados hayan atribuido al denunciante falsamente un delito que no ha cometido, por lo que tampoco se tipifica la calumnia”.

Alí Alava, quien ahora labora en el grupo Epensa, comentó: “Finalmente el Poder Judicial ha reconocido que El Comercio no mintió ni ofendió, solo realizó una investigación escrupulosa respecto de la sospecha de un delito de defraudación de rentas de aduana en la compra del Jaguar”.

Para Alejandro Miró Quesada este es un caso emblemático en el que el Diario no se dejó amedrentar ni recortar su derecho a informar. “Informar con sujeción a la verdad, y cuando se trata de hechos vinculados a un personaje público, no puede constituir delito por ningún motivo”, dijo.

Kela León, vocera del Consejo de la Prensa Peruana, saludó la decisión judicial. “Era una querella desproporcionada, estas denuncias son un mecanismo de amedrentamiento contra los medios y los periodistas para silenciar sus investigaciones. La Corte Suprema ha sabido ponderar el caso y le ha dicho no a una denuncia sin fundamento”.