Enterrando las lentejas, por Cecilia Valenzuela
Enterrando las lentejas, por Cecilia Valenzuela

Ayer amanecimos leyendo en El Comercio las declaraciones de , como si no pesara sobre él ningún cuestionamiento penal y moral; como si no hubiera negociado el paro contra Tía María a cambio de un millón y medio de dólares al contado. ¡Pidiendo la presencia del presidente para acceder al diálogo! El día anterior, leímos en la página web de su partido político, Tierra y Libertad, la convocatoria a un paro regional, de 72 horas, en Arequipa; como si dos días antes el gobierno no hubiera desplegado a las FF.AA. en la provincia de Islay.

El fin de semana, el brigadier de la policía Alberto Vásquez Durand moría a causa de la ferocidad de unos manifestantes anónimos que lo habían atacado a pedradas, mientras protegían su identidad, con trapos en el rostro.

Entre tanto, y su dirigencia, todos socios políticos de Pepe Julio Gutiérrez, a la hora de contratar a los sicarios a los que se conoce como los ‘espartanos’ y a los etnocaceristas que claman por “beber sangre de tombo”; aprecian, sentados frente a su televisor, la forma como avanzan sobre el Estado.
Las autoridades saben que la organización política que está detrás de Pepe Julio Gutiérrez, la que le da la línea, la que lo secunda, la que es su cómplice en el financiamiento que solventa la violencia y el chantaje en el Valle de Tambo, se llama Tierra y Libertad. Pero no hacen nada.

El viernes pasado, horas después de propalados los audios de la vergüenza, el ex cura Arana publicó un comunicado en su web pidiendo “Investigación, sanción y repudio total” contra la corrupción; sin embargo, inmediatamente pasó a exigirle al Estado, al que permanentemente boicotea, “un peritaje independiente de los audios”, cuestionando, de arranque, la independencia de la fiscalía, cuyos peritos deberán confirmar la identidad sonora de las voces que negocian la paz en el Valle.

En ningún momento se ha disculpado por las vidas que se han perdido mientras sus dirigentes mantenían vivas las condiciones de su negociación.
Tal y como Pepe Julio Gutiérrez lo advirtiera en sus conversaciones con el intermediario de la Southern, el acuerdo era sostenible si ellos (los tres vinculados a Tierra y Libertad) se alejaban “y entonces, al no tener logística acá muere todo intento posterior de paro siquiera”.

Pero como el negocio se les frustró y su preponderancia política está en riesgo, ahora han incrementado la “logística” y han extendido el pago de los jornales de la gente que se dedica, exclusivamente, a lanzar huaracas y ganarle, con el rostro cubierto, la ofensiva a la policía apostada en los tres distintos accesos al Valle de Tambo. 
Según las últimas declaraciones del dirigente de las lentejas, el tema es social y no técnico. Reclama la presencia del presidente de la República. Si Ollanta Humala cede, irán por él; ya se cargaron a los jueces, a los fiscales, a los ministros, a la gobernadora y a la policía. El Estado no puede ofrecerles la cabeza del presidente.

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