Fernando Vivas

El matrimonio de Pedro Castillo con Vladimir Cerrón con el que empezó el gobierno, está en crisis terminal, como muchas otras cosas relacionadas al presidente. Vladimir ni siquiera puede dejar Huancayo para ver a Pedro cuando le provoque. Es un sentenciado sujeto a reglas de conducta. En diciembre, la fiscalía pido que un juzgado lo sancionara, precisamente, por haberlo visitado. El 7 y 8 de enero volvió a hacerlo junto a un grupo de su bancada, asumimos que con el debido permiso.