Erradicación de hoja de coca: avance que aún no es suficiente
Rocío La Rosa Vásquez

Mientras en Pasco se reportaba ayer un muerto como consecuencia de un violento enfrentamiento entre cocaleros y policías, en Lima se daba a conocer que en el último año se redujo en el Perú la extensión de cultivos de hoja de coca, de 49.800 a 42.900 hectáreas (14%), cifra que nos coloca en el segundo lugar después de Colombia, donde actualmente la materia prima del narcotráfico se extiende en 69 mil hectáreas.

El Informe de Monitoreo de Cultivos de Coca 2014, presentado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito () y Devida, también da cuenta de que las mayores extensiones se concentran en el con 18.845 hectáreas, la mayor zona productora de cocaína del país (300 toneladas anuales) y donde hasta ahora no se ha entrado a erradicar cultivos ilegales.

El documento detalla que esta reducción obedece a las acciones de erradicación realizadas por el Proyecto Especial de Control y Reducción de Cultivos (Corah). Un dato interesante es que se registró una ampliación del espacio dedicado a la coca en zonas como Kcosñipata (19,1%), San Gabán (5,9%) y Marañón (6,5%) en comparación con el 2013. En los primeros casos se habría incrementado por la demanda de pasta básica que sale a Brasil, y en el tercero con destino a Ecuador.

Otro factor que ha contribuido por segundo año consecutivo a la reducción de cultivos, según el informe, es el abandono temporal de los terrenos en la zona de La Convención y Lares, por la mayor cotización de los jornales en las obras por la explotación del gas de Camisea.

UNA PARADOJA
Si bien esta reducción es un avance importante en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas, el Perú sigue siendo uno de los principales países productores de cocaína. 

“La hoja de coca es una materia prima insustituible, estamos reduciendo cultivos, pero no estamos haciendo mucho contra los insumos químicos, allí viene la paradoja”, señaló la procuradora antidrogas Sonia Medina sobre otro importante eslabón en la cadena de producción de sustancias ilícitas. Medina enfatizó que este avance debe ir de la mano con este otro control.

Consultado sobre si la reducción de cocales significa una disminución en la producción de droga, el representante de Unodc para el Perú y Ecuador, Flavio Mirella, respondió a este Diario que ello sí podría estar ocurriendo, pero tiene que ser corroborado con un trabajo de laboratorio, entrevistas con ‘cocineros’ de la droga, estudio de los insumos químicos empleados, entre otros aspectos.

Mirella también comentó que –aunque no ha sido materia del monitoreo– se desprende que no somos el principal productor de cocaína en la región, teniendo en cuenta que Colombia posee 69 mil hectáreas de cultivos y una producción de casi 400 toneladas anuales. No obstante, anotó que el Vraem sí es la principal zona productora en la región (incluyendo a Colombia, Bolivia y Ecuador). |

Lee el informe completo en la edición impresa de El Comercio.

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