Fierro, chupón y cemento: el ministro Milton Von Hesse [PERFIL]
Fierro, chupón y cemento: el ministro Milton Von Hesse [PERFIL]
Fernando Vivas

No hay tecnócrata puro, pero lo es, digamos, en un 74,7%, para decirlo con la precisión a la que está acostumbrado. El 25,3%, en mi abusivo cálculo al ojo viéndolo buscar en su tablet un cuadro de cobertura de agua en hogares del Perú, es el limeño canchero pero no posero, que replica en buen tono los e-mails de los amigos lobbistas. Por cierto, ello lo llevó al borde de la censura cuando fue ministro de Agricultura, pero de eso hablaremos luego. Primero, la vivienda, la construcción y el saneamiento, que eso es lo que contiene la cartera que lleva desde el 24 de febrero del 2014.

Von Hesse, según la última encuesta de Ipsos, es el ministro de mayor aprobación (31%). Él sabe que ello no es un asunto de popularidad, pues es de exponerse poco; sino que es la cosecha de las grandes expectativas creadas por la Ley de Alquileres y, luego, de proyectos de agua y vivienda en todo el país. La gente –presumo– ha tomado la creación del leasing inmobiliario y el alquiler-venta, como ayuda oficial de acceso a vivienda, cuando se trata, en realidad, de meras alternativas de financiamiento. Mejor que lo explique el ministro: “No he analizado ese dato del 31%. Pero esta cartera es superimportante para la gente, porque podemos incidir directamente sobre la calidad de vida, en acceso al agua y a vivienda. El decreto que generó gran expectativa simplemente amplía los mecanismos de financiamiento [para ayuda están los programas sociales Techo Propio y Mivivienda]. Lo más importante del decreto es el cambio estructural para regular el mercado de alquileres. Antes, los derechos del inquilino o posesionario eran más importantes que los derechos del propietario. Este desequilibrio se corrige, y así se fomenta la construcción para alquiler. Ahora, si no pago por dos meses seguidos, tengo que abandonar la vivienda. El juicio se resuelve en un mes. El Perú solo tiene un 7% de viviendas para alquiler y debería tener 20%. Un país desarrollado tiene 40%. Necesitamos ser más flexibles; por ejemplo, si yo vivo en Comas y trabajo en Villa El Salvador, me conviene alquilar mi vivienda. Hecho todo esto, se abre la puerta para nuevas alternativas de financiamiento”.

LEASING PARA DUMMIES
Le pido al ministro una explicación del alquiler-venta y del leasing, para dummies como yo: “Quiero comprar un departamento pero no califico en el banco, porque mi ingreso es informal, o soy independiente y no tengo estabilidad en el ingreso, etc. Con el alquiler-venta, le demuestro al banco mi capacidad de pagar durante algunos meses, así empiezo a ocupar el inmueble con un contrato de alquiler que al final tiene una opción de compra. Los plazos se acuerdan entre las partes, lo normal es entre uno y dos años. Igual que en el leasing el pago del alquiler está exonerado del IGV”. ¿Y hay cuota inicial? “Lo usual en el crédito hipotecario es poner alrededor de un 20%. En el caso del leasing, no es obligatoria la cuota, es opcional. Puede haber casos de constructores que pongan ese requisito, pero se debe acordar entre las partes”. O sea, uno tendrá más planes para comprar su casa.

¿Le ha pasado por la cabeza la idea de que podemos vivir una burbuja? La construcción cae, los precios no. “No, eso pasó en países del Norte; que un mismo papel sustentaba varias hipotecas, se creaba valor artificialmente. Nuestra regulación del sistema financiero es estricta. Esa creación de valor artificial no es replicable acá. Lo que sí ha habido es un incremento del precio del suelo, sobre todo, como consecuencia de que a Lima se le acabó el suelo. Cuando era chico, vivía en Monterrico y estaba rodeado de chacras. Mi hijo se ríe cuando le cuento que comprábamos leche en un establo”.

Me acuerdo del establo, por donde hoy está Caminos del Inca. De pronto, estamos hablando de recuerdos infantiles de ver ordeñar a las vacas. ¿Siempre quiso ser economista? “Tenía un tío diplomático y me fascinaba la idea de viajar y estar en muchos países. En mi último año de colegio [La Inmaculada] tuve un profesor de Economía y otro de Filosofía, y eso me decidió a estudiar Economía con la idea de que era una ciencia de reflexión más que de orientación práctica. Estaba muy equivocado. Mi tema ha sido el desarrollo microeconómico. Trabajé en la Cepal en desarrollo agrícola, en el MEF vi, sobre todo, temas agrícolas, en el Banco Mundial vi temas de agua y saneamiento. Siempre vinculado a infraestructura para el desarrollo”.

PAGA TU AGUA
Hablemos del contenido líquido de la cartera. ¿Seguimos siendo un país desigual en materia de agua? “Sí. No hemos construido el modelo de gestión que asegure calidad del agua. Lima es privilegiada porque los que tenemos agua la tenemos las 24 horas con una presión aceptable. En Pasco, 1 m3 de agua de cisterna puede costar 50 veces más que un metro cúbico de red. Eso es un problema para los más pobres. Ha habido una discusión muy ideologizada y nos olvidamos de hacer un seguimiento a las empresas prestadoras de servicios”. O sea, ¿quiere decir que antes de decidir si sector público o privado, hay que generar ese modelo de gestión? “Así es. Hemos empezado con la Ley de Modernización de Servicios de Agua y Saneamiento [me enseña un cuadro]. Entramos en 77,3% [cobertura de agua en hogares] y ahora es 85,8%”. PPK dijo que en materia de agua había que ser de izquierda, ¿qué opina? “PPK ha sido mi jefe en el MEF, le tengo cariño. Pero no sé qué es ser de izquierda o derecha. El presidente Humala dice ‘yo prefiero que me digan si soy de arriba o soy de abajo, y yo soy de abajo’”.

Para terminar con el contenido de la cartera, hablamos de la construcción pura: “Cuando se mide el PBI de construcción, se mide toda la cantidad de cemento y fierro que se mete a la economía, y ahí entran el MTC, la minería. Lo que nosotros hacemos son obras que nos hagan entrar en la senda de planificación que perdimos a mediados del siglo XX”. ¿Lima seguirá creciendo al mismo ritmo? “Todavía va a crecer, sobre todo por migración. No hay previsiones de que esto se revierta”. ¿Los teleféricos anunciados son turísticos o una versión ‘hi tec’ de las escaleritas de Castañeda? [Ríe y asiente]. “Efectivamente, como Medellín o La Paz. Si todo va bien, esperamos inaugurarlos en el 2016”. Von Hesse también me cuenta de los apuros para acabar el Centro de Convenciones antes de la cumbre del BM y el FMI. “Nuestra prioridad es el acceso al agua en zonas rurales”, me corta el ministro, antes que yo siga enumerando obras que tendrán que esperar.