Minutos después de jurar como ministro de Interior, Walter Albán estrenó el cargo en una reunión de trabajo con el presidente Ollanta Humala, los viceministros Iván Vega Loncharich y Roberto Carlos Reynoso Peñaherrera, el alto mando policial y su antecesor, Wilfredo Pedraza.

En ese encuentro, el saliente titular de Interior esbozó el plan de reforma policial que ha elaborado durante su gestión y que el Gobierno aplicará en breve para que la Policía Nacional del Perú (PNP) afronte de mejor manera la lucha contra la criminalidad.

Los objetivos de esta reforma son devolver a la institución su estructura piramidal, despercudirla de elementos con poca aptitud para el servicio y tener a más policías en las calles.

La reforma contempla el pase a retiro por renovación de 4.000 policías. Para ello se presentarán uno o varios proyectos de ley con nuevos criterios para el pase a retiro, tales como: 1) el exceso de años de permanencia en un mismo grado; 2) los signos exteriores de riqueza que no se puedan justificar; 3) la reiteración de faltas, aunque no sean graves. También se evalúan fórmulas para impedir que elementos expulsados se reincorporen por la vía judicial.

Ademas, se busca limitar el acceso a la cúspide de la jerarquía policial. Según la versión que El Comercio recibió, este año solo ocho oficiales serán promovidos a generales. Asimismo, se congelarán los ascensos a los grados de coronel y comandante.

Otro de los aspectos de esta reforma es la supresión del régimen laboral de los policías, el conocido 24 24 (24 horas de trabajo y 24 horas de descanso). El Ministerio del Interior, según supimos, aún estudia cuál será la mejor alternativa para el nuevo régimen policial.

Es probable que algunas de estas iniciativas sean expuestas hoy, cuando el presidente del Consejo de Ministros, César Villanueva, se presente ante el pleno del Congreso con el Gabinete, a fin de solicitar el voto de confianza para el equipo ministerial y exponer los lineamientos de su política de gobierno.

SE QUEDAN Nuestras fuentes también nos aseguraron que, para que estas reformas no generen desconfianza en la institución, el presidente Humala y el flamante ministro Albán han decidido mantener en su cargo al director general de la PNP, Jorge Flores Goycochea; al jefe del Estado Mayor, Carlos Morán Soto; y al inspector general, Héctor Dulanto Arias.

En la reunión de trabajo realizada ayer en Palacio de Gobierno, se discutió sobre seguridad ciudadana, se revisaron las políticas y la ejecución de proyectos del sector Interior, y se habló de la lucha contra la criminalidad organizada, el narcotráfico, la labor en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) y el combate contra la minería ilegal.

Además participaron los generales Víctor Manuel Torres Falcón, director de Gestión Institucional; Luis Alberto Fajardo Castillo, asesor de la dirección general; José Céspedes, director de Inteligencia; Claudio Víctor Tello Benítez, director de la Región Policial Callao; y César Cortijo Arrieta, director de Investigación Criminal. A todos ellos, integrantes del alto mando policial, el presidente Humala les renovó la confianza.

EL FUJIMORISMO CUESTIONA A ALBÁN La lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, cuestionó la designación de Walter Albán como ministro de Interior por considerar que no es la persona más idónea para ese cargo. “Walter Albán es una persona honesta, correcta, de la cual tenemos las mejores consideraciones, pero hubiera sido importante convocar a una persona con mayor experiencia para luchar contra la delincuencia”, recalcó.

Comentó que la llegada de César Villanueva a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) se produjo de manera aislada. En opinión de Fujimori, debió cambiarse a los ministros de Producción, Gladys Triveño; de Inclusión y Desarrollo Social, Mónica Rubio; y de Defensa, Pedro Cateriano.

“Hemos tenido un ministro de Defensa en calidad de desaparecido ante los últimos acontecimientos, y que no ha dado explicaciones de fondo”, manifestó Keiko Fujimori sobre la reacción de Cateriano ante el Caso López Meneses.

Fujimori leyó además un comunicado en el que calificó de “desafortunadas e irreflexivas” las declaraciones del presidente Ollanta Humala en las que dijo que el irregular resguardo en la casa del operador montesinista Óscar López Meneses se debió a una práctica de corrupción policial. “Este gobierno desde sus inicios mostró la voluntad de debilitar las competencias de la PNP”, se indica.