ALEX VÁSQUEZ S. “El Nacional” de Venezuela / GDA
“Sé paciente si la vida te trae sufrimientos. Confía en Dios, Él te ayudará”. Se trata de una frase del Eclesiástico, uno de los libros del Antiguo Testamento que describe a Henrique Capriles Radonski en este momento: un hombre paciente y confiado. “Tú eres mi presidente”, le dicen. “Y yo gané”, responde con una sonrisa. Está seguro de que ganó y de que repetirá la hazaña en las próximas elecciones presidenciales, sean cuando sean. Aguarda paciente por su objetivo de un cambio, sin prisa por agotar las vías institucionales –internas y foráneas– con su reclamo de que le robaron las elecciones.
Pero esa confianza no se apoya en una simple opinión. Capriles menciona en varias ocasiones la última medición del Instituto Venezolano de Análisis de Datos (IVAD), aclara orgulloso que normalmente esas encuestas favorecen al Gobierno y la califica de golpe en el estómago para el oficialismo.
Cuando el IVAD pregunta por quién se votaría si hubiera nuevas elecciones en este momento, Capriles obtiene 45,8% de intención de voto y Nicolás Maduro, actual presidente, 40,8%. En marzo, Capriles apenas llegaba a 31,8% y Maduro a 52,3% (bajó casi 12 puntos en dos meses). “Va en caída”, dice el gobernador de Miranda, mientras mueve su mano como un avión precipitándose al suelo. Confía en Dios: “Ojalá Dios y el Espíritu Santo iluminen a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)”.
¿Cuál es la hoja de ruta de Henrique Capriles para la oposición? Lo primero es insistir en que esto es una lucha pacífica, de principios por la verdad. Esto es una lucha gandhiana. Creo que hemos marcado una ruta distinta, que nos hace distintos al Gobierno y no podemos actuar igual que ellos. La intolerancia, la violencia, esa siembra de división entre los venezolanos, se la regaló al Gobierno; eso es de ellos, nosotros tenemos que marcar distancia con ese tipo de actuaciones. Ni violencia física ni violencia verbal. Cuando escuchas a Nicolás Maduro es muy fácil caer en un terreno de insultos. Hay que tener mucha paciencia. La ruta, además de pacífica, está en el marco de la Constitución. Que les quede claro a los venezolanos que siempre fue así. Ochocientas mil personas que votaron por el presidente Chávez el 7 de octubre, votaron por nosotros el 14 de abril. De ese descalabro de Maduro es de donde vienen todas las irregularidades para abultar su votación. En un proceso como este, 220.000 votos te los meten con abusos en una hora. Después de las 4 de la tarde votó más de un millón de personas. ¿Cuántos de esos son de Capriles y cuántos de Maduro? Es difícil analizarlo. Pero 220.000 votos de diferencia. Ahí es donde vienen los abusos que hemos denunciado. Que quede claro que la elección del 14 de abril no la ganó Maduro, la robaron. ¿Qué hacemos frente a eso? Somos demócratas y nuestro camino es apegado a las leyes y a nuestros principios. ¿Qué más democrático que pedir una auditoría? La última encuesta de Félix Seijas (IVAD) es un golpe al estómago del Gobierno. Uno analiza esa encuesta y ve que el Gobierno es un avión en caída. La mayoría de los venezolanos estaba de acuerdo con la auditoría, no solo los electores de Capriles. Nos mintieron y la auditoría será de papelito y acta de escrutinio. ¿Qué permite revisar eso? El cuaderno de votación, que es lo que yo he estado pidiendo. Nosotros decidimos no ser parte de esa farsa y ahí, desde el 15, trabajamos en los dos escritos de impugnación. El que se presenta en mi nombre y contempla todo el proceso, apuntado hacia la instancia internacional; y luego está el escrito de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), que sustenta todo, por cada mesa. Esa es la ruta que hay. ¿Qué va a pasar mañana? Entraríamos en el debate de si creemos o no creemos que el TSJ hará justicia.
¿Por eso dice que Maduro va en caída? Maduro no solo fue un pésimo candidato, ha demostrado no tener ninguna visión política del momento, no supo leer el resultado del 14 de abril y ha actuado como hubiese sido 80-20 y trata de pasarle una aplanadora a la otra mitad del país. Maduro no tiene el liderazgo ni la fuerza para imponerse. El Gobierno no está haciendo nada para solucionar la crisis política. En un escenario como el que está planteado, conviene repetir la elección porque, puede haber contadas excepciones, todos los gobiernos que arrancan con un piso de ilegitimidad y con esta crisis económica, ¿cómo le hace frente a medidas?, ¿cómo sube los impuestos?, ¿cómo aumenta la gasolina?, ¿cómo pides después de que dijiste que era un sabotaje, cómo les dices a los venezolanos que deben bajar el consumo? Si a eso sumas un problema de legitimidad, yo no veo que el Gobierno tenga una puerta de salida.
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