El Gobierno cerrará en el 2016 el déficit de las conexiones de agua y desagüe en Lima, donde en algunas zonas periféricas aún carecen de esos servicios básicos, sostuvo hoy el presidente Ollanta Humala. Agregó, en un encuentro que tuvo con los dirigentes vecinales de Lurigancho y Huarochirí, que este proyecto demandará más de 1.000 millones de soles.
Humala Tasso dio a conocer los avances de la ampliación de los proyectos de agua potable y alcantarillado del esquema Cajamarquilla, Nievería y Cerro Camote.
Explicó que esta iniciativa, que tiene un costo de aproximadamente 460 millones de soles, cuenta con la cooperación del Banco Interamericano de Desarrollo y la banca alemana, pero la pagará el Estado a través de Sedapal.
La obra involucra la construcción de plantas de tratamiento de agua residual, cañerías y diversos equipamientos, por lo cual genera puestos de trabajo.
Humala recordó que Lima, una ciudad de casi 10 millones de habitantes, ha crecido en las últimas décadas de manera horizontal, más allá de las zonas urbanizadas y expandiéndose de forma precaria y sin planificación hacia los arenales y cerros de la periferia.
Ello, añadió, implica un desafío para el Estado, de brindarles los mismos servicios que tienen las áreas urbanas.
El compromiso de este gobierno en el 2016 es cerrar la brecha de agua y desagüe para toda Lima; no sólo la zona urbana, sino toda Lima. Ese esfuerzo representa mucho más de 1.000 millones de soles, mucho más, refirió.
Por último, ratificó que para el Estado peruano todos los ciudadanos son iguales y no se discrimina a nadie.