El reclamo por mejoras salariales del servicios diplomático derivó, vía ley del presupuesto, en la creación de una comisión integrada por el Ministerio de Economía y Finanzas, Servir y la cancillería para reformar este sector. Al respecto el ex secretario general de la ONU Javier Pérez de Cuéllar advierte sobre el peligro de la intervención de elementos extraños.

¿Qué piensa sobre la modernización y reforma del servicio diplomático que se quiere impulsar vía la ley de presupuesto? Los servicios diplomáticos suelen ser objeto de apetitos políticos que los desnaturalizan y les restan eficacia. Torre Tagle tiene un gran prestigio y su profesionalismo independiente debe ser respetado y protegido. Un servicio exterior es muy especial, y los profesionales son los llamados a diseñar su mejoramiento y modernización, con la ayuda de internacionalistas capacitados. Por eso yo propicié un programa de apoyo a RR.EE. con el PNUD. La señora representante residente en Lima me visitó y expresó su mejor voluntad para lograrlo. Así lo informamos a la cancillería hace bastante tiempo, pero no se le dio importancia.

— Una lástima, ¿no? Sí, pues. Porque sería muy bueno para el país contar con una diplomacia cada vez mejor formada y con una organización a la altura de las exigencias del mundo complejo que vivimos. Imagínese, la cooperación internacional es cada vez más importante para cualquier país, y el PNUD es un eje para esos programas. Torre Tagle tiene la cooperación internacional a su cargo, pero no la manejan los diplomáticos profesionales como se debería, porque están capacitados para eso.

— Pero se dice que, por ser un país de renta media, el Perú ya no es sujeto de cooperación internacional… Ese es el desafío. La cooperación en un arma valiosa de la política exterior, sea gratuita o no reembolsable, como se dice. La ofrecen todos los organismos internacionales, los estados y hasta las ONG. Pero hay que ser un buen diplomático para negociarla, conseguirla y a veces hasta para evitarla. Eso deberían hacerlo mis colegas de Torre Tagle y de nuestras misiones en el exterior. Le daría un valor adicional muy importante al trabajo de la cancillería y sería muy positivo para el Perú.

— ¿Es decir que usted propone un programa internacional especializado para modernizar y mejorar el servicio diplomático? Exactamente. Eso es lo que propongo y estoy dispuesto a patrocinar como un legado para mi país y para Torre Tagle. Cada vez que las reformas del servicio diplomático han sido diseñadas por elementos extraños, lo que el país ha perdido es institucionalidad, debilitando una carrera que debe estar al servicio del Estado y el interés nacional. Eso es algo que los diplomáticos siempre hemos dado, independientemente del injusto tratamiento económico que recibimos los activos y, peor aun, los retirados.