Soy el primer interesado en que el caso se investigue, afirmó el congresista Kenji Fujimori sobre el hecho en el que está involucrada la empresa de servicio de almacén Limasa, firma en la que es accionista minoritario, en cuyo local la Policía halló el pasado 11 de marzo un contenedor con 100 kilos de cocaína.
En declaraciones para Canal N, dejó entrever que dicho contenedor habría sido sembrado con el fin de callarlo porque es un parlamentario de oposición. “Yo no descarto esa posibilidad, porque en política no hay casualidades, no hay coincidencias. Esa mercadería la pudieron detectar en el lugar donde se fabrican esos hornos, sostuvo.
Tras afirmar que es una víctima del narcotráfico, el congresista fujimorista agregó que tiene la conciencia tranquila porque no tiene rabo de paja. Si quieren que vaya a la Comisión de Ética, no tengo ningún problema. Si quieren que vaya a testificar al Ministerio Público o a la Dirandro, tampoco tengo ningún problema”, dijo.
Como se sabe, la droga estaba camuflada dentro de las estructuras metálicas de seis hornos para pollos a la brasa y que la empresa titular de la exportación es Global Strategy Service.