Ariana Lira Delcore

El pasado 16 de agosto, un grupo de funcionarios diplomáticos del Ministerio de Relaciones Exteriores observaba anonadado un comunicado emitido por la oficina de prensa de la institución. En una práctica poco ortodoxa, la Cancillería rompía la vieja costumbre de mantenerse al margen del escándalo y ejercía una defensa férrea del entonces canciller, Héctor Béjar, ante la polémica desatada luego de conocerse sus declaraciones sobre el terrorismo y la Marina de Guerra del Perú.