La ministra de la Mujer, Ana Jara, afirmó esta mañana que el bono de representación que reciben los congresistas “es una remuneración encubierta”. ¿Por qué? Porque paga impuesto a la renta y no es necesario que justifiquen en qué utilizan este dinero.

“Es una remuneración encubierta y no de este Gobierno. Así se ha venido ejerciendo esta práctica en el Congreso y me extraña que la Contraloría no lo haya observado en su momento. O rindes cuentas de lo que haces con dinero del Estado, pero si recibes un ingreso de libre disposición y pagas impuestos, entonces es una remuneración”, dijo.

Sostuvo que si se mantiene el aumento de los gastos operativos, el Parlamento estaría contradiciendo la ley que establece que “nadie puede ganar más que el Presidente de la República. Estos sí son temas que deben sincerarse en el Legislativo”.

La alta autoridad del Ejecutivo reiteró en el noticiero “Abre los ojos” que todo aumento debe ir de la mano con la productividad y consideró que el Legislativo “se está desangrando” por el polémico aumento. “Aún guardamos la esperanza que den marcha atrás con esta medida”, expresó.

De otro lado, Jara señaló que la opinión del congresista Daniel Abugattás sobre que la popularidad del presidente Humala llegaría al 100% si cierra el Parlamento “es personal”.

“En ningún momento le he escuchado al presidente señalar que se pueda dar un escenario en el que se cierre el Congreso. Él quiere fortalecer las autonomía de los poderes”, manifestó.

Finalmente, se refirió a la situación del delincuente juvenil Alexander Pérez Gutiérrez, alias ‘Gringasho’, quien se encuentra recluido en la comisaria Cotabambas, en el Cercado de Lima.

“Yo creo que estos casos excepcionales de adolescentes infractores debe ser debatido, nada ganamos metiendo la cabeza debajo de la tierra. En el caso específico de ‘Gringasho’ consideramos que el Congreso tiene la herramienta en sus manos. En la Comisión de Justicia hay un proyecto de ley hace meses, en el que pedimos que los infractores que cumplan 18 años sean trasladados a un centro penitenciario, en un pabellón especial, donde recibirán el apoyo de médicos y psicólogos para que se reincorporen a la sociedad”, acotó.