Nicolás Yerovi: "En Perú no hay ciudadanos, hay sobrevivientes"
Nicolás Yerovi: "En Perú no hay ciudadanos, hay sobrevivientes"
Oscar García

Con el relanzamiento de Monos y Monadas, el semanario festivo y de caricaturas fundado en 1905 por su destacado abuelo Leonidas, el escritor y periodista Nicolás Yerovi (65) se acostumbró –desde 1978– a tomarle el pulso al acontecer nacional desde la óptica del humor más corrosivo que hayan conocido nuestros gobernantes. Sin duda, suena a mérito que en pleno gobierno dictatorial de las Fuerza Armadas, en la segunda mitad de los años setenta, haya aparecido una publicación así, que le tomaba el pelo sin misericordia a quienes sostenían el fusil. Conversamos con Yerovi, quien dirige por estos días una obra de su creación, Titina, una comedia musical en verso que va hasta hoy en el Teatro Monos y Monadas (Alfonso Ugarte 242, Barranco, 12:00 del mediodía).

¿Qué recuerdos tiene de los años ochenta?
Los paquetazos [subidas repentinas de precios de productos de la canasta familiar]. En verdad, la inflación venía ya desde el gobierno militar. Estas medidas luego se harían muy comunes en los ochenta, para desgracia de los peruanos. Recuerdo con claridad ese día porque tras ese paquete, y para evitar posibles disturbios, el Gobierno canceló la autorización a algunas publicaciones, entre ellas Monos y Monadas, que iba recién por el segundo número. Nos habíamos demorado más de 600 días en conseguir la autorización del régimen para poder sacar la revista y tuvimos mucho éxito con nuestro primer ejemplar. Así que fuimos de la gloria al abismo en 15 días [risas].

¿Cómo continuó ese problema durante la democracia?
La inflación continuó durante el gobierno de Fernando Belaunde. Ahora nos parecería imposible tener una de 87% anual. Si ocurre mañana, con seguridad que cae el ministro de Economía y desaparece el Banco Central de Reserva [risas]. Pero en esas épocas, una inflación así era lo normal. Sin duda, fue durante el régimen de Alan García, hacia el año 1987, que la hiperinflación empezó a correr como desbocada. No nos olvidemos que al 28 de julio de 1985, un dólar costaba 12 intis. Cinco años después, un dólar ya no costaba 12 intis, sino un millón de intis. Hazte una idea entonces de lo que fue sobrevivir en medio de esa hecatombe.

¿Cómo podía mantener una publicación en un contexto económico así?
Nunca me lo explicaré [risas]. Es que así somos los peruanos.  Hay otros países que tienen ciudadanos. Yo siempre he dicho que el Perú tiene o sobrevivientes o desinformados [risas]. Esa es la síntesis poblacional peruana. Los sobrevivientes son los que fuimos adultos jóvenes en el siglo anterior, y los otros son los que no tienen idea de lo que pasó en ese tiempo y eso que fue hace poquísimo…  

Lee la entrevista completa este sábado en la revista .