HÉCTOR VILLALOBOS

Luego de su salida del Gabinete, el ex primer ministro Óscar Valdés Dancuart permaneció alejado del foco de la opinión pública. Hoy reaparece con un nuevo partido bajo el brazo y con serias intenciones de suceder en el cargo al presidente Ollanta Humala.

¿Ha tomado ya una decisión sobre su postulación a la Presidencia de la República en el 2016? Tenía planeado participar en las elecciones municipales y regionales del 2014 con el partido político que he formado en Tacna. Y teníamos un proyecto, dentro del colectivo que integro, para presentarnos en el 2021. Pero a raíz de que hemos tenido muchísimas adhesiones de muchos lugares del Perú, nos han pedido que hagamos una recolección de firmas en todo el país. Ya me han entregado el kit y lo estamos repartiendo. Según todas las personas que están promocionando mi candidatura, ellas dicen que debe ser para el 2016. Nosotros hemos aceptado eso, vamos a asumir el reto para iniciar el largo trabajo de recolección de firmas.

¿Usted cree que en el 2016 el presidente Humala va a votar por usted o va a preferir a alguien de su partido? Lo que puedo decir es que pretendo tener un gobierno que continúe la promoción de inversiones y de inclusión social, tal como lo ha iniciado el presidente Humala, pero dándole un toque personal. No diferente, pero sí con otro estilo de gobierno.

¿No será usted la carta oculta del jefe del Estado, ahora que se sabe que la señora Nadine Heredia no va a postular? No tengo ninguna comunicación al respecto. Pero mi intención, ya le digo, es ir con mi propio movimiento. Le confieso que no veo al presidente Humala desde que dejé mi foto en la galería de primeros ministros. Él tiene una agenda muy ocupada y yo también en mi empresa. Pero siempre está la amistad que me une a él. Yo le estoy muy agradecido por la oportunidad que me dio de servir a mi país.

¿Pero si el presidente le pidiera que fuera el candidato del Gobierno, aceptaría? Esa es una hipótesis que todavía no se ha dado y que tendría que analizar en su momento.

Porque también tendría que ser el candidato del Partido Nacionalista. ¿Cómo está su relación con la gente de ese partido? En la experiencia que he tenido como primer ministro –si usted me habla del partido–, con los militantes siempre he tenido bastante acercamiento, una buena relación. Lo que no sucedía con los congresistas del Partido Nacionalista. Con algunos congresistas.

La señora Heredia finalmente anunció que no postulará a la presidencia. En el camino se dijeron ambigüedades que generaron suspicacias ¿Debió dar el anuncio antes? Creo que ha sido una decisión inteligente pero ha debido hacerse con anterioridad. Ha demorado mucho en aclarar esas ambigüedades que, de una u otra forma, le han hecho daño al régimen. Siempre he dicho que el sistema de comunicaciones que tiene el presidente Humala en el Gobierno no es el mejor. Un sistema de comunicaciones que adolece de muchas cosas. A veces se comete el error de llevar al Gobierno al equipo de comunicaciones que se tuvo en la campaña. No es lo mismo hacer campaña que comunicar lo que hace un Estado, lo que hace un Gobierno. Creo que eso se tiene que corregir.

De repente el mandatario los mantuvo por un tema de lealtad. A mí me parece que es gente que quiere hacer su trabajo pero que no cambió el chip. Una cosa es hacer la campaña y otra cosa es gobernar el país. Y para gobernar el país hay que ser transparente, hay que comunicar.

Usted postuló a la presidencia regional de Tacna. ¿Qué le hace pensar que ahora sí tiene opciones para la Presidencia de la República? Muy poca gente sabe cómo fue realmente mi postulación al gobierno regional. Siempre participé en la Cámara de Comercio, en la Macrorregión Sur, y la gente me fue a exigir que fuera candidato. Entonces yo les dije: “¿Puedo poner una condición? Primero, yo no le voy a mentir a la gente. En segundo lugar, no voy a pintar una sola pared y no voy a gastar un centavo para promocionar mi candidatura. Y voy a trabajar solamente sábados y domingos en la campaña”. Efectivamente lo hice así. Inicialmente no me daban ninguna opción. Eran 16 candidatos y fue lanzada mi candidatura basada en la verdad. Llegué cuarto, saqué como 13 mil votos. De repente hubiera ganado pero al final se juntaron los que iban adelante en contra de mi candidatura y, por supuesto, ellos invertían ingentes cantidades de dinero. Nosotros no invertimos un sol.

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