MARTÍN LEÓN ESPINOSA
En más de una ocasión, funcionarios del gobierno de Ollanta Humala han intentado minimizar el problema de la inseguridad ciudadana en el país, especialmente la percepción que hay del problema y la victimización (que se refiere a las personas víctimas de un delito).
“Claro que hay un alto nivel de victimización, pero es especialmente un tema de sensación [la inseguridad ciudadana], y vamos a trabajar en ambos planos”, dijo en octubre del 2012 el ministro del Interior, Wilfredo Pedraza.
“Hay una histeria de la gente en plantear temas [como la inseguridad ciudadana] para afectar la imagen del Gobierno”, dijo a fines de octubre Juan Jiménez Mayor, entonces primer ministro. Unos días después dejó el cargo.
Pero la realidad es otra. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) elaboró el “Informe regional de desarrollo humano 2013-2014, seguridad ciudadana con rostro humano: diagnóstico y propuestas para América Latina”. En el documento se señala que el Perú tiene la percepción más alta de inseguridad en el barrio, con 50% (esto según una encuesta hecha en el país a 1.500 adultos por país).
A nuestro país le siguen Venezuela (43,7%), El Salvador (42,5%), Bolivia (39,8%), República Dominicana (38,6%) y Ecuador (38,1%). Los países con menos percepción de inseguridad en la región son Honduras (23,2%) y Panamá (19,3%).
El Perú también está a la cabeza de Latinoamérica en victimización directa, con 28,1% (la misma cifra de Ecuador). Nos siguen Bolivia (27,8%), México (23,1%), Uruguay (22,8%), Argentina (21,3%), Colombia (21%) o Guatemala (20,9%).
El informe del PNUD también da otros datos reveladores. Uno es que en países donde la pobreza se ha reducido considerablemente –en el documento citan al Perú, Panamá y República Dominicana– no ha ocurrido lo mismo con el robo.
Según el informe, el PNUD también se realizó un estudio comparativo de población carcelaria (en el caso del Perú se entrevistó a 400 reclusos).
En los resultados se señala que el 24,9% de internos entrevistados en nuestro país fueron miembros de la policía o de las Fuerzas Armadas. Es el nivel más alto entre los países que se comparan. Los otros son El Salvador (11,6%), México (10,1%), Chile (6,1%), Argentina (6%) y Brasil (6%).
De acuerdo con el mismo análisis, los internos entrevistados en el Perú revelaron que el promedio del monto que robaron fue de US$33.200, por encima de los otros países. Le siguen Brasil (US$30.200) y Chile (US$27.000). Respecto del promedio de las veces que robó antes de ser detenido, en el Perú es de 8,7%.
Además, el 26% dijo que llevaba un arma cuando cometió el delito. De este porcentaje, el 20,4% afirmó haberla usado.
Asimismo, el 47,4% afirmó que cometió un delito con un arma que se la dio un amigo o un policía (respuesta de quienes compraron un arma seis meses antes de ser detenidos).
También se indagó sobre el nivel de educación de los internos. En nuestro país el 24,8% no acabó la primaria, el 62,9% no pasó los 9 años de escolaridad y el 87,1% de entrevistados no culminó el proceso escolar.
Lee el informe de las Naciones Unidas sobre seguridad ciudadana.