HENRY LÓPEZ TAFUR
La pesadilla del empresario Manuel Arenas Castro, de 40 años, terminó la madrugada del martes, cuando fue liberado luego de permanecer 35 días secuestrado. Según una fuente de la División de Investigación de Secuestros de la PNP, este delito se habría planeado desde un penal de Lima.
Las investigaciones de secuestros siempre nos han llevado hacia los penales Castro Castro, Lurigancho y Piedras Gordas, donde se planifican los plagios, dijo la fuente policial y agregó que las coordinaciones de los reos con sus cómplices en libertad para planear los secuestros se realizan por medio de los teléfonos celulares.
La situación es grave si se considera que a los penales también ingresan smartphones con acceso a Internet.
SIN BLOQUEADORES Mientras los delincuentes siguen planeando y coordinado secuestros y extorsiones desde las cárceles, desde el 14 de mayo del 2012 se encuentra en evaluación en la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (Pro Inversión) una propuesta de una empresa privada vinculada a la telefonía fija y celular denominada Prestación de Servicios de Seguridad Electrónica en Prisiones.
Según la página web de Pro Inversión, se trata de colocar bloqueadores de celulares en 33 de los 67 penales que existen en el país, además de sistemas de control digital de visitantes, sistemas de videovigilancia y un sistema de videoconferencias para juzgados, fiscalías y el Instituto Nacional Penitenciario.
José Luis Pérez Guadalupe, jefe del INPE, opinó que de aprobarse esta propuesta, la inversión en los equipos no le costará ni un sol al Estado. Todo correrá por cuenta de la empresa privada, que manejará los servicios de telefonía dentro de los penales donde se coloquen los bloqueadores.
La empresa se beneficiará con lo que recaude por las llamadas que los reos realicen desde las cabinas telefónicas.
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