El viceministro de Políticas para las Defensas, Mario Sánchez Debernardi, admitió hoy que los reclutas del Servicio Militar Voluntario (SMV) sí van al valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), donde operan los remanentes del grupo terrorista Sendero Luminoso y bandas organizadas del narcotráfico.
Anoche, el primer ministro, Juan Jiménez Mayor, descartó que los jóvenes del SMV vayan a esta zona de emergencia. “Lo que busca el SMV es el compromiso de los ciudadanos con el país. Esto no implica, para nada, la afectación a su vida, ni que se esté buscando carne de cañón, como he escuchado por allí”, agregó.
Sánchez precisó que los cadetes no participan de las operaciones contra los senderistas y que sus labores se restringen a mantener el control territorial de las áreas colindantes a las bases antisubversivas instaladas en el valle cocalero.
“Si vamos ahora (al Vraem) en las bases vamos a encontrar personal del servicio militar (…) Su tarea está en mantener el control territorial del área (colindante a las bases), porque hay comunidades, comités de defensa que están ingresando a la zona y necesitan apoyo y seguridad. Pero las operaciones, reitero, las hace el personal de élite”, manifestó Sánchez en Canal N.
Además, el viceministro de Defensa señaló que no considera discriminatoria la multa de 1.850 soles que deben pagar los jóvenes que sean sorteados y no deseen prestar el servicio. “Este es un tema para discutir, pero creo (casi todos) podrían pagar esa cantidad”, agregó.
El contraalmirante en retiro también sostuvo que hay hijos de oficiales de La Marina y otras instituciones que realizan el servicio.
Consultado sobre si su hijo lo haría, Sánchez dijo que “si él quiere entrar, bienvenido sea”. Aunque en un escenario en que este no quiera y salga sorteado, el viceministro no precisó si le pagaría o no la multa.