SEBASTIAN ORTIZ MARTÍNEZ @Shebas07 Redacción Online

La Ley de la Alimentación Saludable, conocida como la ley contra la comida chatarra, solo tiene el objetivo de “transparentar la información” a la que acceden los consumidores sobre determinados productos procesados, como las gaseosas y golosinas, afirmó el vocero de Gana Perú, Jaime Delgado.

En entrevista con elcomercio.pe, el integrante de la Comisión de Defensa del Consumidor sostuvo que no se puede decir que las personas son libres de elegir sus alimentos. “Se dice que la gente es “inteligente” (con sus dedos hace unas comillas). ¿De qué inteligencia estamos hablando? Si les preguntamos a las personas qué es una grasa trans, no tienen idea”, comentó.

¿Cuál es el objetivo de la ley de alimentación saludable? Proteger la vida y la salud, particularmente la de los niños. Ellos están siendo expuestos hacia una influencia que los orienta a estilos de vida que tienen que ver con el sedentarismo, pero también con una mala alimentación.

Los principales críticos sostienen que el Congreso actúa de manera sobreprotectora. ¿No es acaso responsabilidad de los padres velar por la salud de sus hijos? Sí, pero también es una responsabilidad de las industrias, de los educadores y del Estado en su conjunto. Aquí se viene hablando de la libertad de industria que parece ponerse por encima de la salud y de la vida. La ley de Alimentación Saludable lo que busca es ayudar a transparentar la información. A los niños se les dice que no consuman azúcar, pero cuando toman una gaseosa está ingiriendo 14 cucharadas de esta. Toda esta información está camuflada y no está en términos claros. ¿Qué significan 5 miligramos de sodio por cada porción de 32 gramos de una galleta? ¿Es bajo, alto o regular? Esto para la gente es chino. Lo que se está buscando es transparentar la información y no se está prohibiendo la venta o consumo de ningún producto.

En países como Canadá, Noruega y Suecia, donde se han aplicado leyes similares, las tasas de sobrepeso infantil no han bajado significativamente, ¿por qué el Perú sí funcionaría? Esos son los argumentos falaces de la industria. Muchos países están adoptando esta medida en virtud de los compromisos internacionales que han adquirido todos los estados en la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de las Naciones Unidas. Aquí estamos hablando de una pandemia, porque el 80% de las muertes que se producen en el mundo son derivadas de enfermedades crónicas no transmisibles, generalmente estilos de vida y una mala alimentación.

No respondió mi pregunta. ¿Por qué si funcionaría en el Perú? La ley no resuelve el problema mágicamente. Se resuelve el problema por medio de un conjunto de acciones. La norma solamente es un instrumento.

Usted mencionó que se necesitan un conjunto de acciones complementarias. ¿Cuáles serían estas? Se debe tener claro que esto es un proceso, porque en las últimas generaciones se ha establecido una cultura orientada a la comida chatarra. Cuando una persona llega a una casa de visita para agasajarla se le ofrece una gaseosa, los niños ya no toman agua en el colegio sino una gaseosa y cuando los niños se portan bien los llevan a comer al fast food. No podemos cerrarnos en la posición de no me toque mi industria, porque el consumidor es libre de tomar sus decisión.

¿Acaso no es libre el consumidor? ¿Libre de qué? ¿Qué formación tiene un niño? ¿Qué formación tiene el adulto? Si tuviésemos la formación adecuada, ¿tendríamos estos niveles de obesidad (uno de cada cuatro niños peruanos es obeso)? Las personas toman conciencia de que se están alimentando mal cuando el médico les dice que sufren de diabetes u otra enfermedad. (…) Y se dice que la gente es inteligente (con sus dedos hace unas comillas). ¿De qué inteligencia estamos hablando? Si les preguntamos a las personas qué es una grasa trans o una grasa hidrogenada, no tienen idea.

Si estos productos tienen grasas trans y un nivel elevado de azúcar, ¿por qué tienen un registro sanitario? El registro sanitario solo verifica la inocuidad del producto, no su calidad nutritiva. Este es un punto que debería evaluarse no solo en el Perú, sino en el mundo.

“LA INDUSTRIAS ESTÁN EN CAPACIDAD DE CUMPLIR LA NORMA” Está demostrado que los anuncios de cigarros, con miles de advertencias, no hacen que las personas fumen menos. ¿Por qué la limitación a la publicidad, en el caso de la comida chatarra, sí lo hará? (El número de fumadores) sí se ha reducido, sobre todo a nivel de los adultos. Se ha tomado conciencia enorme, porque antes cuando ibas al cine o subías al bus, veías a gente fumando, ahora no. Por ello la industria del tabaco se concentra ahora en los niños y adolescentes. En el caso de los alimentos es más grave, porque las personas saben que el cigarro mata, pero no son conscientes de que tomando gaseosa y comiendo galletas con grasas trans, también.

En el artículo 9 de la norma se indica que “los mensajes publicitarios deben ser claros, objetivos y pertinentes”. ¿Qué institución evaluará esto? El Indecopi que tiene 20 años de experiencia en el manejo de la regulación de la publicidad.

Si la publicidad ha manipulado a los niños, como usted lo afirma, ¿dónde ha estado el Indecopi en los últimos años? El Indecopi está concentrado en la veracidad de la publicidad. Ahora se ha introducido un nuevo concepto de legislación que no tiene que ver solamente con la veracidad, sino también con concepto de abuso, como el fomento del consumo inmoderado de productos.

¿Cómo se aplicará esta ley? ¿Qué pasará con las carretillas? Ese es un argumento típico de la industria, que dice que no se puede controlar a los pequeños. Será un proceso gradual, pero los que anuncian, las empresas grandes y cadenas que proveen alimentos industrializados seguramente están en capacidad de cumplir con la norma. Siempre habrá un margen que pretenda escaparse de la norma, pero para eso están las autoridades.

Uno de los objetivos de la norma es la reducción hasta su eliminación de los alimentos con contenido de grasas trans. ¿Quién va a supervisar que no se vendan estos productos en los colegios? Los directores y profesores serán los encargados de que se cumpla esta disposición. En un centro educativo donde se privilegia el orden, la disciplina y la educación nutricional, no se puede permitir que los niños salgan al recreo y encuentren comida chatarra, eso no es coherente.

Si el objetivo de la norma es disminuir los niveles de obesidad, ¿qué sucede con la comida peruana? Un pan con chicharrón engorda igual o más que cualquier hamburguesa de un fast food. La comida peruana es extraordinaria. La industria la utiliza para descalificar el proyecto de ley al decir que se busca prohibir el pan con chicharrón y los anticuchos. El objetivo de la norma es promover una alimentación saludable. Hace cientos de años, los peruanos hemos consumido alimentos típicos, incluso chicharrón, tamales y los suspiros a la limeña y no hemos tenido ningún problema. La obesidad y el sobrepeso es un problema de las últimas décadas, cuando la gente comienza a caer en la cultura de la comida chatarra.

NEGÓ CONTROLISMO El congresista Luis Galarreta advirtió que está ley hará que los medios dependan más de la publicidad estatal. ¿Se les quiere controlar por medio de esta norma? Eso es una mentira. Solamente lo dicen para meterle miedo a los medios de comunicación y no se sumen a esta campaña. No se ha prohibido la publicidad, lo que se ha hecho es regular su contenido y la industria tendrá que adecuarse. Decir que esta norma pretende eliminar la publicidad para que los medios dependan del Estado es falso.

¿Por qué se incluyó a último momento el término “consumo inmoderado”? Para mí el tema está claro, pero surgieron muchas dudas y se podía interpretar como que se estaba prohibiendo todo tipo de publicidad y ese nunca fue el espíritu de la norma ni del debate.

Si bien la publicidad puede estar orientada, en algunos casos, a los niños, son los padres quienes tienen la decisión de compra. ¿Elegir los alimentos, sean buenos o malos, no tiene que ver con la educación que recibas en el seno de tu familia? Los más afectados por la comida chatarra no son las clases medias y altas, que tienen más información, sino las bajas. Estas creen que una forma de modernizarse y entrar al mundo moderno es consumiendo estos alimentos. Curiosamente, la gente más pobre que en algún momento sufrió de desnutrición comienza a padecer un problema contrario, que es la obesidad.

Muchas personas argumentarán que son libres para escoger sus alimentos. Según la visión de algunos, cada persona es libre y puede comer lo que quiera y morir de lo que quiera, eso suena bonito en términos teóricos. La pregunta es, ¿con tú actitud estás impactando a la sociedad? Seguro dirán no, porque es mi vida. Pero un momentito, es tu vida si vivieras en Marte. Ahí puedes decir que “yo me muero de lo que quiera, voy a comer chatarra todos los días”.

¿No exagera? No, no es un caso extremo, porque hay gente que todos los días come chatarra. En los Estados Unidos se consumen 190 litros de gaseosa al año por persona y en el Perú más de 50 litros. Y sí hay un problema para la sociedad. Hay personas que llegan a una situación de insuficiencia renal por la diabetes, originada por el consumo inmoderado de azucares, que no tienen suficiente dinero para cubrir su tratamiento. Entonces, Essalud lo tiene que hacer. El Seguro Social utiliza el 7% de su presupuesto para esta clase de tratamientos. En ese punto, ¿dónde está la libertad? Tu libertad está trasladando cargas a los demás.