Por Mariella Balbi

¿Las críticas del Congreso sobre lo ocurrido en el VRAE son válidas? Ese es un tema político del cual no puedo opinar. Creo que no se conoce plenamente lo que ocurre en el VRAE. Se ha avanzado bastante, bastante. Lo que pasa es que las carencias son grandes, hay zonas donde la gente vive como en 1.800, es terrible, es como el túnel del tiempo.

Pero la tropa también vive en condiciones tremendas. Eso no es cierto. Un periódico publicó una foto de una trinchera que yo desmiento, los uniformes actuales son digitales y los que aparecen ahí no. Eso es mala intención. Parece que hay mucha gente que nos quiere hacer sentir mal, y a veces lo consiguen. En el VRAE hay muchísimos intereses, sea de escritorio o de campo, el narcotráfico quiere sacarnos de ahí. A mí me preocupa que todos quieran que salgamos, que no hagamos nada. ¿Qué extraño, no? Si las operaciones militares se caracterizan por poner el pecho e ir donde está la amenaza. Hay gente que nos quiere hacer sentir que estamos perdiendo y no es así. Se trata de un desliz, hubo un error humano, hay que reconocerlo, pero estamos en la dirección correcta.

El jefe del Comando Conjunto, el general Francisco Contreras, dijo que las patrullas no debieron salir de día. Hay operaciones que son de día y otras de noche. El Comando Conjunto maneja todo lo que es planeamiento y operaciones, no sé qué habrá dispuesto. Posiblemente al salir de día se perdió el factor sorpresa, pero con franqueza le digo que el error fue que faltó inteligencia táctica. Si sabes que pueden estar en esa zona, no vas pues. El capitán no va a inmolarse.

Decía el general Contreras que la inteligencia táctica está al 40%. Eso es cierto. Los procesos de inteligencia demoran mucho tiempo en elaborarse, también los sistemas de defensa, cuando se degradan toma tiempo reconstruirlos. Mire, en el 2006 el Gobierno dijo que se compraran armas y equipos, van tres años y no avanzamos. Hace 40 años que no compramos y es difícil saber qué comprar, también cómo hacerlo, sume los obstáculos que ponen Consucode, el SNIP y todo eso. Después de tres años estamos empezando. Además, se desactivó el arma de inteligencia.

¿Por qué iban tan juntas las dos patrullas? Eran pequeñas, la táctica de apoyo mutuo indica que si se ataca a una, se tiene quien la defienda. El camino está entre un cerro y un precipicio de 400 metros. Los terroristas no pusieron los explosivos en el suelo sino en la pared, colocaron un cordón detonante de 50 a 100 metros y amarraron botellas a este, también con explosivos, enterrándolas en la pared del cerro. En cuanto prendes la mecha detona todo. La gente ha volado y murió por la explosión o por la caída.

¿Estamos ante un Sendero fortificado? Diría que están usando tácticas diferentes y están mejor armados que antes.

¿Se puede capturar a cabecillas? Se puede, si hay la inteligencia de la que hemos hablado, pero eso toma tiempo. Los cabecillas no están en centros poblados sino adentro. Antes se movían por ahí, por eso se capturó a Feliciano, cuando llegó a una población.

¿Cómo es la relación de las FF.AA., del Ejército, con la población de la zona? Es crecientemente buena, pero se está construyendo. Muchas veces los analistas y críticos no toman en cuenta que Sendero ha cambiado su relación con la población. Ha avanzado tanto que se está pareciendo a las FARC, tienen tropas armadas. Según el general Contreras, son unos 600. Antes estaban más metidos entre la población y aunque tienen contacto, ahora están internados en la selva y desde ahí controlan el narcotráfico, las pozas de maceración. Ahí hay que combatirlos.

¿Las bases de las FF.AA. son móviles? La mayoría lo es. No hay bases eternas. Estamos trabajando con los comités de autodefensa, hay que recuperarlos. Muchos de ellos se han aliado al narcotráfico, debemos tener cuidado.

¿Sendero es una firma más o la ideología aún es fuerte? Mantienen una parte ideológica, no tanto como en los años 90, pero viven de la extorsión al narcotráfico. Creo que tienen muchísimo dinero. Hacen lo que nosotros hacíamos antes. Van a una población y le ponen agua potable, en otra construyen una cancha deportiva, o pintan el colegio. Otra modalidad es que pagan para que se unan a ellos. Aparte, tienen chacras para panllevar alejadísimas, por lo que ya no salen a las aldeas. Han cambiado totalmente. Los pilares claves para derrotarlos siguen siendo dos: inteligencia y apoyo de la población.

¿Cómo competir con un padrino tan regalón? Esa es una pregunta clave. Antes, en la época de los “criticones” (se refiere al gobierno de Toledo) una acción cívica de un día en una población era suficiente, se podía dejar gente y las cosas funcionaban más o menos. Hoy Sendero ya no les quita sus propiedades, su ganado, los apoya. Una vez puso como tarifa 10 dólares por una gallina, que puede costar 3 soles. ¿A ese poblador le interesará denunciar a Sendero o querrá que regrese? Se ha dejado que Sendero tome espacio. Mire, está foto es de los “niños pioneros” de Sendero.

¿Qué hacer? Trabajar con la población. En todo el VRAE hay cerca de 460 poblados, son 103 mil personas, con Tayacaja llegan a 125 mil. En el sur de Vizcatán hay un cordón de 70 a 80 poblados a 3.000 metros de altura, son aproximadamente 25 mil pobladores. Ahí, en Churcampa, Viracochán, Huarcatán, Putis, Ayahuanco y los otros tenemos que llegar muy fuerte con el Estado. Se está haciendo como nunca antes, pero el trabajo es lento. No se puede llevar a la gente del siglo XIX al XXI por decreto. No hay infraestructura, agua potable, no hay salud, estamos en ello. Quizá pueda criticarse la velocidad, aunque son zonas muy difíciles. Hay gente que criticó que no se usara la carretera en Sanabamba, pero esta no existe.

¿A cuánto está la base de Sanabamba del lugar de la emboscada? Unas cinco horas a pie.

¿Y para qué se alejó tanto la patrulla? Tengo entendido que había todo un plan de operaciones que involucraba a 10 o 15 patrullas y sé que las otras se han estado replegando. No se trata de solo dos patrullas, menos de un patrullaje de rutina. Las patrullas emboscadas fueron a tomar un “huaro” (cable que permite pasar de un lado al otro del río) construido por los terroristas, que une Ayacucho con Junín. Si controlas el pasaje, les traes problemas de abastecimiento. También se dijo por qué no fue un helicóptero, pero hay zonas donde este no puede entrar.

Los heridos y muertos fueron trasladados en helicóptero. Pero aterrizó lejos, por eso demoraron. Tuvieron que entrar a la punta del cerro, hacer un helipuerto y luego cargarlos, tres a cuatro horas de subida. Si entras en una encañada te pueden disparar de costado y tumbar el helicóptero.

¿El método de Sendero son las emboscadas? Conoce la zona como nadie… No me cabe duda de que su fortaleza está en el conocimiento de la geografía. ¡Tienen 20 años en la zona! Nosotros estamos en proceso de conocerla bien y la tropa está bien entrenada. La emboscada existe como técnica operativa desde siempre, ocurre en Iraq, en Afganistán. No nos consuela pero puede pasar. Son riesgos a los que estamos sometidos los militares.

¿Hay dinero para el VRAE? El presupuesto es creciente, no puedo decir que no. Pero comprar es terrible. Hasta enero de este año se compraba con una resolución directoral del Ejército. Luego, cuando se aprueba el SNIP, se dispuso que antes de mi aprobación el documento pase por la OPI (Oficina de Planes de Inversiones) de Defensa. El 25 marzo se cambia y ya no es la OPI sino el ministro. Y con todo respeto, el ministro no conoce todos los detalles técnicos de una compra. El 15 de abril se dispuso que las compras vuelvan al Ejército. Hemos perdido cuatro meses dando vueltas, que son vitales para comprar cosas para la gente del VRAE. Creo que Defensa no encaja en el sector público de manera plana, tiene particularidades que no se contemplan. Por fortuna ya habíamos entregado uniformes y botas para la gente del VRAE. De lo contrario, estarían hasta la fecha sin nada. Es como una pista de combate, hay que pasar 500 obstáculos para llegar a la meta. Hasta para mejorar el rancho tenemos que pasar por el MEF. Sería bueno cambiar de procedimientos.

Entonces el dinero sí alcanza. Nunca es suficiente, necesitamos más. En el Putumayo, en el Huallaga, en el VRAE tenemos bases que viven en piso de tierra. Vamos a construir seis bases antiterroristas, pero no da para más. No es una queja, pero sería bueno mejorar el presupuesto.

¿Qué armamento maneja el narcoterrorismo? El año pasado tuvimos información que ya tenían 17 RPG lanzadores, dos ametralladoras antiaéreas, cuatro de tierra y más de 400 senderistas armados. La cosa no es simple. Creo que el acierto de este gobierno es enfrentarlos y evitar que crezcan. Si no hacemos algo crecerán y cuando nos demos cuenta tendremos unas FARC.

¿Cómo llega el armamento? Se tiene información no confirmada de que en años pasados llegó por avionetas. No hay que descartar que este Sendero tenga relación con las FARC, ya que están empleando técnicas muy parecidas.

UNA INVOCACIÓN A LA FISCALÍA Y AL PODER JUDICIAL “Acaban de soltar a un grupo de terroristas”

¿Qué necesitarían de la fiscalía y de las autoridades judiciales? Acaban de soltar a un grupo de terroristas.

El doctor Villa Stein dijo que eran analfabetos y que no podían atentar. Está su declaración y su firma, la fiscalía no la cuestionó. La información que manejan es certera. Pero para ser terrorista no hay que ser letrado. Los denuncian por tenencia ilegal de armas y no por terrorismo, a pesar de que dijeron que participaron de la emboscada, y terminan liberándolos. Es patético, no es la primera vez. Hace dos años se capturaron a ocho…, ya no sé cómo llamarlos, con armas y terminaron siendo catalogados como inocentes campesinos de un pueblo, increíble.

¿Ha conversado con la fiscalía y con el Poder Judicial? He conversado con el doctor Villa Stein y con la doctora Echaíz. Esto debemos entenderlo como una causa justa y nacional. En los años 80 y 90, ante estos desencuentros, muchos militares, equivocadamente, hicieron justicia por sus manos, un grave error que no debe repetirse.

¿El respeto de los derechos humanos es un obstáculo? No, no, hay que respetarlos y así lo hacemos, pero se requiere del apoyo de todos los estamentos del Estado. Existen organizaciones que, sin razón, viven de los derechos humanos. En Ayacucho, por ejemplo, hay una ONG llamada ADRE que lucha porque salgan liberados los detenidos, valiéndose de la figura de la tenencia ilegal de armas.

¿Cuánto tiempo ha estado usted en la zona de conflicto? Como coronel estuve un año entre Machente, Tambo y Pichari. También cuando fui general de brigada trabajé en la zona con las fuerzas especiales. De general de división fui responsable de la región centro y el año pasado presidí el Comando Conjunto.