Ante la Comisión de Fiscalización del Congreso, el ex presidente Alejandro Toledo afirmó que la hipoteca de la lujosa mansión de su suegra Eva Fernenbug en Las Casuarinas no estaba inscrita, porque la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (Sunarp) presentó observaciones que tenía que subsanar hasta el último sábado.

El legislador fujimorista Pedro Spadaro descubrió que el 21 de mayo, es decir, una semana antes de que el líder de Perú Posible asista al Parlamento, uno de sus colaboradores anuló el pedido de inscripción de la hipoteca.

En diálogo con el diario “Perú.21”, precisó que esta persona, identificada como Juan Luna Luna, presentó una solicitud de desistimiento de la rogatoria y, además, recogió todos los documentos “para no dejar huella de sus mentiras”.

Los documentos que la Superintendencia Nacional de Registros Públicos le entregó al congresista confirman que el pedido para que la hipoteca de Ecoteva Consulting Group por 3 millones de dólares fue cancelado siete días antes de la presencia de Toledo en Fiscalización.

Spadaro sostuvo que la hipoteca no podía ser inscrita, porque ya había sido cancelada en tres cuotas al Scotiabank de Costa Rica.

TESTIGOS A FISCALIZACIÓN Además, la Comisión de Fiscalización recibirá hoy los tres primeros testimonios de la investigación sobre las operaciones inmobiliarias de Fernenbug.

Uno es de David Eskenazi Becerra, abogado que representó a Eva Fernenbug en la compra de la casa de Las Casuarinas (US$3’750.000) y de la oficina en la Torre Omega (US$882.400).

Sin embargo, las más importantes revelaciones se esperan de los otros invitados a la Comisión de Fiscalización: Luis Arbulú Alva y Paul Allemant.

El primero era el dueño de la casa. Él declaró a la Fiscalía Provincial 48 de Lima, a cargo del caso, que Eliane Karp, esposa de Toledo, fue quien lo contactó e insistió para comprarle la mansión. Y Allemant, según versiones periodísticas, sería el corredor inmobiliario que mostró la casa de Las Casuarinas a Toledo y su esposa.