Con un perfil distinto al de su antecesor Gustavo Adrianzén, quien renunció al cargo tras los cuestionamientos al cese de Julia Príncipe como procuradora de lavado de activos, el doctor Aldo Vásquez Ríos acaba de cumplir diez días en el puesto de ministro de Justicia, y de plano adelanta que su estilo al frente de esta cartera será “reflexivo”.
—La primera pregunta es más una curiosidad. ¿Por qué aceptó el cargo a solo nueve meses de que termine este gobierno?
Yo tengo una atención por el sector Justicia, que no es reciente, como académico, pero también como funcionario hace 27 años. Pero diría que en lo sustancial, por una vocación de servicio público. Es un alto honor haber recibido este encargo del presidente de la República.
—¿Usted también hubiera recomendado al presidente Humala el cese de Julia Príncipe?
Creo que resulta ocioso opinar sobre cuál habría sido mi decisión en ese momento. La verdad es que me faltan elementos de juicio, porque yo no era el titular del sector en ese momento. Lo que puedo decir es que la defensa jurídica del Estado requiere un nivel de coordinación muy intenso, como lo estoy comprobando estos días, entre el ministro y los procuradores.
—Ella evalúa apelar su cese por considerar que fue arbitrario. ¿Ya revisó su caso?
Pediría que se me exonere de la respuesta, por si debo pronunciarme a futuro ante un eventual recurso administrativo.
—Hay un debate sobre si el cargo de procurador ya no debe ser de confianza y más bien deba darse por concurso para garantizar su independencia. ¿Estaría de acuerdo con esto?
Los mecanismos institucionales para la defensa jurídica del Estado pueden ser perfectibles. Este tipo de propuestas merecen evaluación mesurada y técnica. El marco legal asigna al Ejecutivo la defensa del Estado y eso no significa que los procuradores carezcan de autonomía funcional, y yo respeto absolutamente eso.
—¿Entonces dejará sin efecto la norma que les impide declarar a la prensa sin permiso?
Esa es una materia distinta. La autonomía funcional se refiere a sus actos de defensa. Sería inaceptable que yo le diga a un procurador qué recursos debe plantear. Lo otro tiene que ver con la propia jerarquía y es un mecanismo fluido, hoy mismo recibí tres pedidos de autorización para informar en unas materias, y me permite estar al tanto de los temas de interés. En todos he autorizado.
—¿Respetará la autonomía funcional y la libertad de expresión de los procuradores?
Lo garantizo en el marco de la Constitución y de la ley.
—¿Tendrán autonomía también cuando investiguen a una persona cercana al gobierno, como en el caso de Príncipe a la señora Nadine Heredia?
Si me pregunta cuál será mi actuación a futuro, tendría que evaluar las circunstancias de ese momento, pero el marco general está dado por la Constitución y es el que yo respeto.
—El ex procurador Luis Vargas Valdivia ha dicho que él también fue cesado por el ex presidente Toledo cuando en una investigación saltó el nombre de Eliane Karp. Insisto, ¿no sería mejor que no sea un cargo de confianza del presidente?
El análisis es legítimo. Sin embargo, no se debe confundir la actuación de los procuradores con la que corresponde al Ministerio Público. El procurador defiende los intereses del Estado y es al Ministerio Público al que corresponde perseguir el delito. No pretendamos convertirlos en sustitutos de la fiscalía.
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